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Vida sana
Que la población logre llegar a envejecer es un triunfo
para los países, es una señal de que las políticas de salud
para evitar epidemias han sido un éxito. En el pasado
era común que las personas llegaran como máximo
a la edad de 40 años, víctimas de enfermedades
transmisibles como el cólera, tuberculosis, etc.
También muestra mejoras en problemas de índole
social y económica. Debido a esto es necesario buscar
herramientas que permitan un mejor estilo de vida en
la población adulta mayor, elevando sus expectativas
en salud y funcionalidad en las actividades cotidianas;
en esto se centra la importancia de que la actividad
física sea desarrollada.
¿Por qué debo hacerlo si no me
interesa bajar de peso?
Como expusimos antes, la actividad física nos permite
aumentar la funcionalidad y las habilidades en los
mayores. Contradictoriamente algunos avances
tecnológicos nos permiten disminuir la mortalidad
pero otros contribuyen a incrementar los estilos de vida
sedentarios y esa automatización de las actividades
vuelve propensos a los mayores a incapacidad
e invalidez, quiere decir que ahora tenemos una
esperanza de vida más larga pero más riesgo de no
podernos valer por nosotros mismos en ese tiempo
extra.
Muchas personas mayores por sus estilos de vida
sedentarios están muy cerca de su capacidad máxima
de actividad, levantarse de una silla o subir gradas por
si mismos son actividades difíciles de hacer; aunque
anteriormente la discapacidad se relacionaba a una
enfermedad, hay evidencia de que los estilos de vida
sedentarios también son causa de discapacidad por lo
tanto el poco uso de los músculos puede ocasionarla.
Lo que nos lleva a mover el paradigma de “si hago
ejercicio es para bajar de peso” y en su lugar acuñar
el término de “envejecimiento activo” la práctica de
actividad física durante el envejecimiento busca una
mayor calidad de vida saludable e independiente. La
disminución de la capacidad física por el aumento de
edad es prevenible, la Organización Mundial de la
Salud acuñó en 2002 que “es más fácil prevenir una
enfermedad que curarla o incluso tratarla” se calcula
que para prevenir una enfermedad es necesario
aproximadamente $1 y para tratarla se usan $3.2 en
gastos médicos. La pregunta es qué quiero, ¿prevenir
o curar?
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