Revista Muévete - 1era edición Revista Muévete | Page 35

Vida sana Que la población logre llegar a envejecer es un triunfo para los países, es una señal de que las políticas de salud para evitar epidemias han sido un éxito. En el pasado era común que las personas llegaran como máximo a la edad de 40 años, víctimas de enfermedades transmisibles como el cólera, tuberculosis, etc. También muestra mejoras en problemas de índole social y económica. Debido a esto es necesario buscar herramientas que permitan un mejor estilo de vida en la población adulta mayor, elevando sus expectativas en salud y funcionalidad en las actividades cotidianas; en esto se centra la importancia de que la actividad física sea desarrollada. ¿Por qué debo hacerlo si no me interesa bajar de peso? Como expusimos antes, la actividad física nos permite aumentar la funcionalidad y las habilidades en los mayores. Contradictoriamente algunos avances tecnológicos nos permiten disminuir la mortalidad pero otros contribuyen a incrementar los estilos de vida sedentarios y esa automatización de las actividades vuelve propensos a los mayores a incapacidad e invalidez, quiere decir que ahora tenemos una esperanza de vida más larga pero más riesgo de no podernos valer por nosotros mismos en ese tiempo extra. Muchas personas mayores por sus estilos de vida sedentarios están muy cerca de su capacidad máxima de actividad, levantarse de una silla o subir gradas por si mismos son actividades difíciles de hacer; aunque anteriormente la discapacidad se relacionaba a una enfermedad, hay evidencia de que los estilos de vida sedentarios también son causa de discapacidad por lo tanto el poco uso de los músculos puede ocasionarla. Lo que nos lleva a mover el paradigma de “si hago ejercicio es para bajar de peso” y en su lugar acuñar el término de “envejecimiento activo” la práctica de actividad física durante el envejecimiento busca una mayor calidad de vida saludable e independiente. La disminución de la capacidad física por el aumento de edad es prevenible, la Organización Mundial de la Salud acuñó en 2002 que “es más fácil prevenir una enfermedad que curarla o incluso tratarla” se calcula que para prevenir una enfermedad es necesario aproximadamente $1 y para tratarla se usan $3.2 en gastos médicos. La pregunta es qué quiero, ¿prevenir o curar? 35