ATACANDO LOS cONFLICTOS DESDE LA RAÍZ.
Antes de abordar el tema, es importante tomar en cuenta lo mencionado por (Mooldon, 1998), quien defiende el hecho de que “La tendencia humana natural a resolver el conflicto eligiendo entre dos posturas opuestas, puede liberar del desorden interno, aunque no revela la verdad más profunda...La verdad no es estática, como una respuesta, sino dinámica como una relación. No es un resultado, sino un proceso...La realidad no es lo uno ni lo otro, sino la interacción vital entre ambos”.
Como bien se sabe, todo conflicto inicia cuando se percibe un eventual riesgo hacia los intereses de una parte, dicha percepción desemboca en desacuerdos entre los agentes involucrados. Cabe destacar que en la modernidad se pueden canalizar los conflictos en dos vías, la primera es la funcional, cuyo enfoque es constructivo debido a que buscar un mejoramiento del desempeño, y la segunda, es la vía disfuncional que al ser un manejo negativo puede generar aún más conflictos.
Para el óptimo manejo del conflicto funcional, es esencial mantener presente siempre cual es la meta en común que poseen las partes involucradas; garantizar un espacio en el cual las opiniones sean debatidas libremente también es vital, Robbins (2017) menciona que “Los conflictos más destructivos son los que nunca se enfrentan de manera directa. Una discusión abierta permite que exista una percepción compartida del problema…”
La segunda vía es la disfuncional, la cual se centra en afectar negativamente el desempeño, muchas veces debido a que se pierde de vista el objetivo principal o la meta. Los ideal es tratar de evitar este tipo de conflicto ya que con un manejo inadecuado del conflicto se pone en riesgo la buena comunicación y es ciertos casos, la condición de equipo.
En la actualidad existen diversas herramientas para poder hacerle frente a los conflictos, (Fuquen, 2003) ilustra de una forma muy clara las 3 alternativas más utilizadas en el mundo contemporáneo para la resolución de conflictos, Estas son las siguientes:
Robbins (2017) menciona que “Los conflictos más destructivos son los que nunca se enfrentan de manera directa. Una discusión abierta permite que exista una percepción compartida del problema…”
La segunda vía es la disfuncional, la cual se centra en afectar negativamente el desempeño, muchas veces debido a que se pierde de vista el objetivo principal o la meta. Los ideal es tratar de evitar este tipo de conflicto ya que con un manejo inadecuado del conflicto se pone en riesgo la buena comunicación y es ciertos casos, la condición de equipo.
En la actualidad existen diversas herramientas para poder hacerle frente a los conflictos, (Fuquen, 2003) ilustra de una forma muy clara las 3 alternativas más utilizadas en el mundo contemporáneo para la resolución de conflictos, Estas son las siguientes:
Primero la negociación, cuyo objetivo llevar acabo un proceso a través del cual los actores o partes involucradas llegan a un acuerdo. Se trata de un modo de resolución pacífica, manejado a través de la comunicación, que facilita el intercambio para satisfacer objetivos sin usar la violencia. Las partes involucradas negocian fundamentadas en el respeto y la consideración; los intereses corresponden a lo que dificulta la negociación; lo que las partes reclaman y lo que se busca
lo que se busca satisfacer son las necesidades, deseos o cuestiones materiales.
También puede ser la mediación, que consiste en un proceso en el que una persona imparcial, el mediador, coopera con los interesados para encontrar una solución al conflicto. Se trata de un sistema de negociación facilitada, mediante el cual las partes involucradas en un conflicto,