REVISTA LEFIF Volumen 1. Año 2017 | Page 7

En conclusión, se puede afirmar que el aprendizaje de la lectura, escritura y oralidad, es de gran importancia en la formación de estos futuros ingenieros, por lo cual decimos que el problema radica en la academia. A pesar de todo, aún estamos a tiempo para dar solución a esta problemática, ya sea desde la educación o desde cada uno de nosotros como personas, es decir, que por un lado las universidades pueden aportar a esta iniciativa ofreciendo cursos, talleres y programas de integración a la lectura de textos físico-matemáticos, y por otro, nosotros como aspirantes a obtener un título de profesional, debemos incluir la lectura en nuestra formación, no como una obligación, por el contrario, debemos verla como un particular estilo de vida.

A medida que pasa el tiempo, vemos cómo el gran avance de la tecnología trae consigo grandes proyectos en el área de las ingenierías, los cuales exigen al especialista expresarse de una manera más concisa y clara frente a las comunidades académicas y del ámbito profesional. Ya que deben tener un lenguaje pertinente y adecuado o de lo contrario, no podría cristalizar sus ideas y esto produciría graves problemas en los resultados de dichos proyectos. Por tal razón, las “habilidades comunicativas” adquieren un valor muy importante al momento que el ingeniero deba plasmar sus ideas y sea capaz de trascender de lo teórico a lo práctico.

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