La sensibilidad para Schiller
No solo es necesario formar la sensibilidad, sino que de ésta nace el propio intelecto ilustrado. Ya no se trata del mero dominio abstracto de la razón, sino de algo más complejo que pide el trabajo conjunto del carácter y el entendimiento humano. Para llegar a la libertad schilleriana, para que el hombre llegue a ser lo que ha de ser, tiene que educar su carácter.
Schiller comienza haciendo la distinción de dos principios fundamentales de la naturaleza humana: la persona y el estado. La persona se refiere a todo lo que hace que un individuo sea en todo momento él mismo y no otra cosa, es lo que lo posibilita como un yo. En cambio el estado es todo aquello que cambia conforme pasa el tiempo. Nuestro estado ha cambiado, pero nosotros seguimos siendo los mismos.
"Cuánto más alto coloque el hombre su meta, tanto más crecerá"
-Johann Christoph Friedrich Schiller