A la baja productividad y una política de excesivas exenciones tribu-
tarias a las empresas, se suma la inflación que está por encima del
3,9, el desempleo que va en aumento y oscila en 13 por ciento, y el em-
pleo informal que supera los 6 millones de trabajadores; el problema
del desempleo radica en que el país perdió la capacidad de generar
empleo, lo cual conlleva al debilitamiento de la industria nacional.
¿A quién favorecen las medidas de auxilio económico?
La inyección de enormes créditos o dinero en el sistema bancario, co-
nocida como flexibilización monetaria, no sirve para frenar la caída
de la economía, es como aumentar peso a un objeto que va en caída
libre. La financiación barata concedida a las empresas no acelerará la
cadena de suministro ni eliminará el shock de oferta o demanda [3].
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DEBATES del CONFLICTO