A
ntes de iniciar la pandemia del COVID-19 en la mayoría de
las principales economías capitalistas, la actividad econó-
mica se estaba desacelerando y algunas economías ya se
estaban contrayendo en la producción e inversión nacio-
nal.
El valor de las empresas y el Peso por el suelo
En las últimas 2 semanas las principales Bolsas del mundo han acu-
mulado pérdidas que oscilan sobre el 7 por ciento; por otro lado el dó-
lar ha roto todas las barreras históricas de sobrevaloración, devaluan-
do al resto de monedas como el Peso que sufre una depreciación del
25 por ciento, por lo que el cambio del dólar sobrepasa los 4.100 pesos.
América Latina afronta una caída del ingreso por exportación, debido
al retroceso de los precios de las materias primas y por la reducción
de los volúmenes de exportación, además de la caída de los precios
del petróleo, el WTI y el Brent cayeron a 24,18 dólares y 23,60 dólares
respectivamente.
Joachim Fels, asesor económico mundial de PIMCO dijo: “una rece-
sión mundial es inminente... la tarea de los Gobiernos y los Bancos
Centrales es asegurar que la crisis sea relativamente corta y no se
transforme en una depresión económica” [1].
El Director del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Latinoa-
mérica, Alejandro Werner afirmo que "la desaceleración económica
mundial, el incremento del valor del dólar, el aumento del precio de
los productos básicos, la contracción del turismo, están dañando gra-
vemente las perspectivas económicas de la región y hace inminente
una recesión para América Latina” [2].
Es un error debilitar la producción nacional
En las últimas 2 décadas el Gobierno de Colombia ha adquirido com-
promisos económicos con diferentes países a través de Tratados de
Libre Comercio (TLC), cuando en el país no existen procesos indus-
trializados competitivos, resulta más rentable recurrir a la importa-
ción de bienes que anteriormente se producían como el arroz, el maíz,
etc.
DEBATES del CONFLICTO
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