De otro lado, ahora se nos acusa de amenazar personajes o funcio-
narios. Para nada tenemos necesidad de hacerlo, pues tampoco es
política del ELN. Se ha dicho que hemos amenazado al Ministro de
Defensa Carlos Holmes Trujillo, no tenemos necesidad de hacerlo,
pues cada uno se coloca en el bando que quiere luchar y en la forma
que quiere hacerlo.
Cuando Holmes Trujillo era un ferviente liberal samperista se desem-
peñó como Comisionado de Paz, y hasta habló conmigo por radio des-
de una de las cárceles de Colombia para tratar de iniciar un Proceso
de Paz en 1996. No creo que se le haya olvidado. Lo que sucede es que
cada cual actúa de acuerdo a las conveniencias de cada momento,
y no muchas veces por convicciones. Pero dicen que a la guerra las
personas van por convicciones, por eso cada cual asume sus propias
consecuencias.
Un Ministro de Defensa, que en este caso es de guerra, da órdenes y
diseña planes operacionales, por tanto está metido de cabeza en la
guerra, por eso no le queda bien que ahora diga que lo estamos ame-
nazando. Muy bueno sería meterse uno a una pelea y que el contrin-
cante no pudiera golpear, eso se llama “pelea de tigre contra burro
amarrado”, y así no es la realidad.
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EDITORIAL