Revista Insurrección Insurrección 725 | Page 5

S ucede con todas las creencias, que quien las imagina quiere que sean realidad, para no hablar de otras estupideces. Algo parecido le acontece a Duque y su Gobierno, cree que no hay Conflicto Armado en Colombia y que todos los demás le crea- mos ese cuento. En el año 2019 el ELN realizó 539 acciones militares documentadas, con fecha, lugar, tipo de acción y contra qué unidad enemiga se eje- cutó. Las bajas enemigas registradas (fuerzas militares, policías y pa- ramilitares) fueron 866 (382 muertos y 496 heridos). El Ministerio de Defensa llevará estos registros también, así como las acciones que hacen contra nosotros. Como puede verse estamos en una Guerra o Conflicto Armado, como quiera denominarse, pero es una realidad. A Duque se le ha ocurrido que para dialogar con su Gobierno el ELN debe aceptarle tres condiciones: no realizar acciones militares, no lle- var a cabo acciones de privación de la libertad, ni recaudar tributos. Pero estas tres las hace su Gobierno o cualquier Gobierno del mundo; con la única diferencia que para ellos son legales. En sana lógica, sería más talentoso que ni el Gobierno de Duque ni nosotros realizáramos estas tres acciones y quedaríamos mano a mano. Pues, si son malas porque las hacemos nosotros, igual le corre para el Gobierno. Pero no lo ven así, pues piensan que primero está la legalidad y luego la solución del conflicto. Es una lógica enredada, quiere que primero la Guerrilla actúe en los marcos de la legalidad, y sólo así se podría pensar en dialogar. A qué Gobierno serio se le ocurre tal absurdo, pues sería como querer tener un hijo sin antes concebirlo. Toda Guerrilla revolucionaria que se respete y que se enfrente contra un Gobierno, no aceptará la legalidad de dicho Gobierno si no se crea otro marco de legalidad donde se contemplen los cambios o trans- formaciones que la sociedad requiere. No por otras razones la gente protesta como se ha visto de manera inocultable a partir del 21 de noviembre pasado. EDITORIAL 5