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Todos se fueron dando cuenta que este Batallón era el encargado de coor-
dinar con los paramilitares que han comenzado a entrar, precisamente por
Coco Tiquicio y Cerro Burgos, se decía que eran 90 al mando de Salvatore
Mancusso.
Un líder comunitario cayó entre las primeras víctimas en Cerro Burgos, cuan-
do más de la mitad de las casas del poblado fueron saqueadas, los paracos
le rodearon la casa, él escuchó que un cabecilla le gritó a los matarifes, -por
donde asome, maten a ese HP-, entonces se atrincheró detrás de un colchón
viejo con su escopeta de casería, desde allí disparó hasta que terminó la mu-
nición y lo mataron, ya muerto se ensañaron en su cadáver.
La viuda Hortensia
La noticia de los asesinatos y descuartizamientos en Cerro Burgos se regó
como pólvora y llegó hasta donde Hortensia la prima del líder masacrado,
que vivía a 5 kilómetros de allí; el atroz asesinato le encogió de nuevo su alma
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MEMORIA COLECTIVA