Las redes sociales nacen con el fin de aumentar la interacción y comunicación entre individuos de forma instantánea, características que a primera vista parecen democratizar los canales de comunicación y generar unión y fortalecimiento de lazos entre personas sin importar distancias, idiomas, razas y género; Sin embargo, estas mismas características son las que, siendo mal empleadas, han desencadenado un impacto a negativo la integridad, autoestima y buen nombre de individuos e instituciones a todo nivel
Algunas de las consecuencias del mal uso de las redes sociales son: la suplantación de identidad, intimidación, estafas, entre otros. Dichos problemas no excluyen edad, estrato socio económico, ni género, dejando a toda la sociedad completamente expuesta a ser víctimas de cualquier tipo de ataque en redes sociales.
Como respuesta, muchas organizaciones nacieron con el fin de proteger a los usuarios, quienes deben concientizarse y regirse por el famoso dicho “es mejor prevenir que lamentar”.
Un ejemplo reciente de cómo afecta el mal uso de las redes a sus usuarios es el caso de Julio Cesar Gonzáles publicada por el diario El Tiempo, en el que el caricaturista Colombiano más conocido como Matador, anuncia a través de Twitter que se retira de las redes tras recibir amenazas de muerte a través de ese mismo medio.
NUESTRO NUEVO VICIO
La creatividad de ingenio del caricaturista no debe limitarse por quienes no comparten su opinión, nadie debe sentir temor por expresar su opinión a través de las redes.
El uso exclusivo de los medios sociales puede traer implicaciones para la salud mental de los jóvenes. El 91% de los jóvenes entre los 16 a 24 años usan internet para acceder a las redes sociales. Se estima que la adicción a las redes sociales afecta a un 5% de los jóvenes, considerándose estos medios más adictivos que los cigarrillos y el alcohol. Las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado un 70% en los últimos 25 años. El uso de redes sociales está relacionado con un incremento en las tasas de ansiedad y depresión, con dificultades de sueño, y con problemas de autoimagen. El ciberbullying o acoso cibernético es un problema creciente: 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado. El incremento en las tasas de consumo de redes sociales evidencia una correlación positiva con el mal uso de las mismas. Esta correlación puede ser vista de dos formas: como consecuencia en el incremento del uso o como causa del mismo, pues, al final, la correlación es tan estrecha que termina convirtiéndose en un círculo vicioso.
Como en la vida real, las redes sociales pueden ser un buen lugar para encontrarse con los amigos de toda la vida y conocer a nuevas personas, sin embargo nadie está libre de peligro. Por eso lo mejor siempre será conocer las amenazas y las herramientas que existen para prevenir los peligros.
Lorenzo Mantilla Ruiz