Se debe tener en cuenta que esto ya ha llegado a graves alcances. En el mundo se han registrado múltiples casos desde niñas que entrene grupos de WhatsApp en donde aparte provocar trastornos alimenticios, proponen dietas y retos desde cortes hasta llegar a una desnutrición por el no querer engordar como lo afirmó el ESPAÑOL esta semana. Por lo tanto, esto nos da un aviso a que volverse delgada por seguir un ideal, está cobrando la vida de muchos jóvenes por llevar un descontrol el inventario y de ejercicio extremo.
Podemos concluir que los trastornos alimenticios ya no son una enfermedad lejana, es una realidad y lastimosamente el mercado actual nos está vendiendo una imagen utópica que sólo está causando daños en los jóvenes que, por ingenuidad, falta de conocimiento y autoestima caen en falsas promesas porque creen que así van A tener aceptación, que así van a poder comprar lo que ven en un almacén o así es la única forma de considerarse atractivos. Pongámonos a pensar cuál es la necesidad de hacer tanto ejercicio o suprimirnos de alimentos sólo por llegar a un peso no saludable si no uno “perfecto para la sociedad”. No nos dejemos engañar, lo correcto es buscar orientación médica y no caer en las dietas mágicas.
Y la estética y apariencia empieza ser de gran importancia para los adolescentes, lastimosamente a nivel mundial ya hay cifras alarmantes como lo es el hecho de que cada dos chicas de 15 a 16 años piensen que su peso es elevado, aunque conozca que es adecuado. En Argentina, según un reciente estudio de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba), El porcentaje de adolescentes afectados aumento de un 10% a un 12% también demostrando que muchos jóvenes no acuden a valoraciones médicas si no hasta una enfermedad por lo que siguen una dieta que ellos mismos se imponen o que escuchen y tienden a seguirla.
“No se trata de seguir una dieta en la que haga falta fuerza de voluntad, se trata de mantener motivación y disposición al cambio de hábitos que nosotros mismos hemos diseñado para nosotros, porque queremos, porque comprendemos que nos son beneficiosos y porque disfrutamos con ellos.”
ANA MORENO