la era cibernética, no obstante, que los nerds de esa llamada tercera cultura lo hicieran de tal manera que triunfase, no significa que los de décadas pasadas no estuvieran haciendo lo mismo, solo que sin tanto éxito, y era precisamente esto lo que consumía Óscar, lo que le satisfacía su desprecio a la vida que tenía. Y no solo viene todo a ser reducido a esto, sino que tenemos la posibilidad de ver cómo Óscar se mantiene con un perfil de abusado y repito, vulnerable; así como la importancia que estas inseguridades tienen y demuestra en los casos de su joven adultez.
Dentro del contexto de la cibercultura, me gustaría hacer otro acercamiento, tal vez no desde la perspectiva de nuestro personaje, sino más acerca de lo que esta fue para el nerd como tal, lo que significó. Para esto me gustaría agregar otra cita:
La revista Mondo 2000 […] dice que la cibercultura ya pasó por cuatro fases, llegando ahora a la tecno-surrealista. La primera fase es conocida como « nerdismo puro », que duró de 1976 a 1988, y se caracterizó por una subcultura de la informática que predicaba que toda la información debe ser libre, que el ciberespacio es de todos y que los computadores deben ser accesibles y de
fácil utilización.( Lemos, 1998, p. 52) 2
2 Traducción propia del portugués.
Que, no siendo del todo representativo de Óscar Wao, sugiere un cambio de esta cultura nerd que le pudo haber representado un camino completamente distinto al que él escogió de haber sido por arraigarse más a la cultura nerd como tal, como unión que estaba empezando en Estados Unidos. No obstante, nuestro personaje escoge la literatura nerd y vive para esta, tanto que en varias partes del libro muestran su sentimiento de incoherencia por sentirse más identificado con la literatura nerd de generaciones pasadas que con la suya propia. También nos encontramos con que a Óscar le atrae de sobremanera el cine relacionado con esa misma línea literaria, lo que no es de gran sorpresa teniendo en cuenta lo que dice Delgado: « Supercool, de Greg Motolla, o filmes que tienen como símbolo del“ nerdismo” a gente como Jesse Eisenberg o Michael Cera, ejemplifican esta tendencia por narrar historias de muchachos en pleno despertar sexual y tratando de sacar ventaja en el suburbio [ que los rodea ]»( p. 23). Aunque sean ejemplos muchos más recientes de estas tendencias, ilustran cómo la industria mediática se ha interesado en representar la cultura nerd por intereses lucrativos, que bien sean de un completo interés para esta y como los demás elementos que
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