Revista Farol De Arte y Literatura
“Y, en fin, llámele, a Ifigenia,
Juana González…”
Ana María Luna Peña
¡ay de las posibilidades del hombre!
–Jorge Luis Borges
No porque pueda existir una biblioteca que agote todas las combinaciones posibles de signos ortográficos, vamos a suponer que hemos de verla algún día. ¡Vaya sueño! Y no porque el hombre, poseedor de esa cosa maravillosa que llamamos lenguaje, pueda usarlo para
crear todo lo que aún no está creado, hemos de esperar a que llegue
el valiente atrevido que lo consiga. Utópico es creer que lo posible es
probable. Pero para algo están las utopías, se vale soñar.
La idea no es nueva, se la tenía ya en la Edad Antigua cuando, en
Grecia, Safo cantaba al amor y Píndaro al honor. La idea, de hecho, es
tan ampliamente difundida que es probable que alguien en esta mesa
la trate también en su ensayo y ambos terminemos leyendo lo mismo
a los mismos presentes y en el mismo lapso de sesenta minutos. O
quizá no, quizá soy la única que cree poder hacer algo “personal y
brillante” con ella.
La idea: los libros son de quien los trabaja – w&6