Veinte años no es nada , cantaba don Carlos . Pero a la hora de hacer cerveza artesanal , dos décadas es una bocha de tiempo . En 1998 sólo las grandes cerveceras compraban y disponían de barriles de acero inoxidable . Todo aquel que había logrado hacer cerveza y quería embarrilar debía emprender la poca encomiable tarea de conseguir barriles por medios non sanctos .
Las cerveceras no vendían sus barriles . Pero los pocos cerveceros caseros que había por aquel entonces , contaban con sus cacharros . Cómo se hacían de estos artefactos es algo que todo el mundo supone pero que nadie está en condiciones de afirmar . Con internet en pañales , el boca en boca funcionaba a pleno . Por lo habitual era un conocido en tercer grado , o más lejano quizá , el que poseía la data , o los barriles mismos . Y hasta ahí había que ir . Comunmente se trataba de lugares pocos seductores , a los cuales uno no quería volver de no ser imperioso .
Hoy por hoy abundan barriles de distinto tipo . Casi todos de origen chino . Pero a fines del siglo pasado , aquellos que se podían conseguir eran de origen europeo : austríacos , alemanes , checos , en su mayoría . Todos poseían la inscripción de alguna de las cervecerías que funcionaban y aún funcionan en el país .
Interior de un clásico barril de 50 litros
rrilar , carbonatar y como siempre lavar y sanitizartambién es costosa . Al menos si se desea hacer de manera óptima .
La movilidad y logística asociada alembarrilado es todo un tema : cada barril no sólo es voluminoso , sino que es pesado . Por ejemplo , los barriles de 30 litros , vacíos , pesan alrededor de 9 kilos y los de 50 litros rondan 12 kilogramos . La inmensa mayoría de barriles están hechos en acero inoxidable 304 ; pero no todos se encuentran soldados de la misma manera . Aquellos armados con soldaduras llamadas con aporte son los menos recomendables . La superficie irregular de este tipo de soldaduras facilita la acumulación de residuos orgánicos y consecuentemente la contaminación de la birra .
Federico Lobato , brewmaster de cervecería Larsen , cuenta a ESBIRRA su experiencia respecto al embotellado y al embarrilado . — Nosotros dejamos de embotellar porque es mucho sencillo llenar un barril de cincuenta litros que llenar 100 botellas o 50 en el mejor de los casos . Eso es mucho menos trabajo , mucho menos mano de obra . Pero también dejamos temporalmente el embotellado porque no contábamos con la infraestructura necesaria para encarar simultáneamente ambas modalidades . Larsen , según su brewmaster , vendió cerveza en botellas durante un lustro . Pero hace dos años que abandonaron ese sistema de expendio . Pero no es una cuestión meramente de economía y practicidad . Así lo cuenta Federico . — Estoy hablando de un embotellado que garantice las mismas calidades organolépticas que tenía la cerveza tanto al otro día de embazarse como seis meses después de estar en una góndolaa la espera de ser vendida . Eso es un trabajo arduo y de mucha responsabilidad .
8 / esbirra El alcoholismo es una enfermedad que no respeta edad , sexo o condición social .