La Casa de Ejercicios de Villa del Tránsito fue inaugurada en agosto de 1877. Los hombres y
mujeres llegaban desde distintos puntos del valle (Pampa de Achala, Ambul, Pocho). La mayoría
dormía en las galerías abiertas, en el invierno crudo con diez grados bajo cero; sobre los aperos,
tapados con un poncho, otros amontonados en las piezas. Hasta principios del siglo XX, cerca de
setenta mil personas se entregaron a la práctica de ejercicios espirituales orientadas con un estilo
rígido.
Sentado sobre el lomo de su mula Malacara, el Cura
Gaucho desandaba los caminos del valle de norte a sur.
Estos extensos e intensos recorridos le permitieron empaparse y sentir como propias las necesidades de los pobladores y lo llevaron a preocuparse por satisfacerlas. De esta
manera, impulsó la construcción de un colegio de niñas
que abrió sus puertas el 3 de febrero de 1880 atendido
por las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, a quienes
el propio Brochero trasladó desde Córdoba.
El instituto albergó a niñas y señoritas de la zona.
Por otro lado, trabajó incansablemente para sacar a Traslasierra del aislamiento que mantenía respecto del resto de la provincia. El propio Brochero invitó al, por entonces, gobernador de
Córdoba, Miguel Juárez Celman a visitar la zona. Como resultado
de este acontecimiento, el mandatario otorga una importante suma de dinero y tras el estudio realizado por el topógrafo Toribio
Aguirre, dispone la construcción de un camino de herradura que
empezaría en los Algarrobos y tras de pasar por Coco Marcado,
Loma Pelada, San Miguel, Cuesta de Argel y Cruz de Garay, terminaría en la Granadilla.
El Cura Brochero fue también el impulsor de la construcción de canales de regadío, extensión de acequias y canales, establecimiento de molinos y el pedido de la construcción de escuelas. Por último, fue también el promotor de exte