Revista Elevación Nº1, Noviembre 2014 | Page 25

Ángeles ¿Qué y quienes son los Ángeles? Los Ángeles son los “ayudantes invisibles” que, tras una llamada nuestra, están preparados para intervenir en nuestro favor, pero respetando siempre el Plan Divino. Son Seres de Luz que se mueven con armonía en torno a nosotros. Son admirables Seres, cuyas vidas inspiran y crean todo en la naturaleza. Descubrir el mundo del espíritu, nos dicen los Ángeles, es como volver a nacer. Los Ángeles pueden hacernos recordar nuestro origen espiritual y nuestro fin divino. Pueden ayudarnos a restaurar nuestro estado lamentable y a vivir una vida de acuerdo con lo que realmente somos. Sólo tenemos que hablar con ellos, pedírselo humildemente, con fe, con esperanza y con convicción. Los Ángeles son Seres de Luz que esperan que los acojamos en la simplicidad y en la pureza del corazón, en los brazos del niño mágico que hay dentro de cada uno de nosotros. Quieren que los abracemos, pues ellos nos abrazan constantemente y nosotros no nos damos cuenta. El Ángel es energía, es presencia, sea cual sea el nombre o la imagen con que la tradición humana le ha denominado. El Ángel es realidad. Que el hombre moderno lo crea o no, el Ángel existe, nada podrá cambiar su ser. No importa que no lo veamos; tampoco podemos ver el sonido de la música ni el olor de un perfume, sin embargo eso no hace que no existan. Además, el que no los veamos con nuestros ojos físicos no es lo más importante, ya que hay cosas como la electricidad, que tampoco llegamos a ver, sino que solamente percibimos sus efectos. Con los Ángeles ocurre algo parecido. Por regla general, y salvo que ellos deseen lo contrario, no podemos verlos, pero sí podemos sentirlos. No es necesario hacer complicados ejercicios de visualización y ver a los Ángeles. Sólo es necesario que percibas o, mejor dicho, que te des cuenta del fruto de su trabajo y que lo agradezcas. Debemos comprender que los Ángeles quieren ser nuestros amigos. Son nuestros compañeros en el viaje de la vida por este planeta cuyo amor, luz y sabiduría puede enriquecer nuestras vidas enormemente. Quieren compartir con nosotros y ayudarnos a crecer hacia el único destino espiritual que es el nuestro. Su guía y apoyo son maravillosos, y debemos alegrarnos y dar gracias por ello. Revista Elevación “Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo.” Henry George (1839-1897) Economista inglés. 25