Revista El Balcón: Cuestión de género Género | Page 39

Estas asignaciones han construido la identidad de lo femenino en contraposición de los masculino, aludiendo siempre a una categoría carente de valor, presentado como lo extraño, lo desconocido y lo indefinido. (Cortes,1972) Para ejemplificar lo anterior, es necesario remitirse a tres tipos de atribuciones que se les hacían a las mujeres en diferentes momentos de la historia del arte. La primera son los estereotipos artísticos e ideológicos hacia las mujeres, la segunda es el espacio doméstico y la privacidad, por último, se encuentra la pasividad relacionada con la feminidad.

pasividad relacionada con la feminidad.

En referencia con los estereotipos artísticos e ideológicos se encuentra tres obras representativas citadas en Higonnet (2005): el baño (1891) de Mary Cassat (fig. 1); Judith (1901), de Gustav Klimb (fig. 2); y la Libertad conduciendo al pueblo (1830) de Eugene Delacroix. Las cuales, repiten los tres estereotipos de las artes mayores; la virgen, la seductora y la musa.

En la obra de Mary Cassat, se muestra la relación madre e hija, es decir, la maternidad y el papel de la mujer en una familia burguesa. En este estereotipo se tiene siempre presente a la virgen como ejemplo de madre. En Judith se acentúa la imagen de la mujer que seduce para destruir, como objeto de ser visto y por último La Libertad conduciendo al pueblo se muestra a la mujer como musa, además en la obra se ve opuesta, según su postura corporal y sus gestos frente a la revolución, la masculinidad y la feminidad. Siendo las mujeres muestra de la pureza de las intenciones revolucionarias.