Europa
Aún cuando persisten las diferencias en
las condiciones de financiación entre los
Estadosmiembros,elEjecutivocomunitario
prevé que la inversión se acelere, incluso en
el sector de la construcción. La reducción
de la incertidumbre contribuirá a reforzar
la demanda interna, el motor clave del
crecimiento.
La CE vaticinó que el empleo
comenzará a aumentar moderadamente
y que el paro bajará al 12% en 2014 y al
11,7% en 2015 en la Eurozona (10,7%
y 10,4% en la UE), pero continuarán
registrándose grandes diferencias entre
los Estados miembros (entre 4,7% de
Austria y 24,6% de España en 2015).
La inflación se mantendrá en 2014
muy baja, tanto en la Eurozona (1%)
como en el conjunto de la UE (1,2%)
aumentando ligeramente en 2015 (hasta
el 1,3% y el 1,5%, respectivamente), una
vez que se consolide el crecimiento. Sin
embargo, una inflación muy débil durante
un periodo prolongado en la Eurozona
supondría riesgos para reequilibrar la
economía, lo cual hace pensar que en
determinado momento será necesaria la
intervención del Banco Central Europeo.
Dracma Septiembre 2014
En cuanto a los déficits públicos,
la CE vaticina que éstos seguirán
reduciéndose hasta el 2,7% del PIB en
la UE y el 2,6% en la Eurozona en 2014.
En contraste, el nivel de deuda pública
alcanzará el 90% del PIB en la UE y el
96% en la Eurozona, lo que muestra el
elevadísimo nivel de endeudamiento de
estas economías.
Para la CE el principal riesgo de
revisión a la baja de estas previsiones
provendría de una nueva pérdida de
confianza por un estancamiento de las
reformas a nivel nacional y europeo, en
cuyo caso aumentaría la probabilidad de
un crecimiento débil durante un largo
periodo en Europa con consecuencias muy
negativas para la actividad económica.
Por otra parte, se podría lograr una
recuperación económica más sólida si
se pone en marcha nuevas reformas
estructurales audaces, ya que se crearían
efectos de retroalimentación positivos
entre la confianza, el crecimiento y la
inversión y la capacidad crediticia del
sector bancario.
Al final todo dependerá, pues, de
que los gobiernos de los países de la
Eurozona aprueben e implementen, a
la mayor brevedad posible, los ajustes
pertinentes