Revista de viajes Magellan Magellan Nº41 | Page 22

la UNESCO por su importancia cultural y arqueológica, un reconocimiento que tardó en llegar puesto que se sabe desde hace años que este fue el centro más importante de la cultura de la polinesia. El centro mismo del triángulo de la polinesia se encuentra aquí, en Raiatea, y fue desde la playa de Taura’a Tapu del recinto que partieron las canoas que llevaron la cultura polinesia a lugares tan distantes como Hawai’i, Rapa Nui y Nueva Zelanda. Estaba emocionado cuando llegué frente al templo: una gran plataforma de piedras fren- te a una zona más elevada en un extremo, decorada con algunas planchas de madera esculpida que representaban antiguos dio- ses. Tenía ante mí no solo una construcción de piedras, sino una muestra de una religión ahora extinguida que había promovido la mayor expansión de un solo pueblo por el océano convirtiendo a los polinesios en los más grandes navegantes de toda la historia. ¿Qué quedaba de toda esa riqueza cultu- ral? ¿Habían los misioneros cristianos ter- minado con toda esa forma de vida? ¿Había el turismo hecho renacer parte de la cultura polinesia? La visita a una última isla me daría algunas respuestas. Su nombre es capaz de evocar el paraíso. Bora Bora es, seguramente, la isla tropical 22