revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 12

Bueno, es que hay que ser consciente, estamos en enseñanza remota de emergencia y en emergencia se responde como se puede, se hace como se puede y dadas las condiciones lo estamos haciendo muy bien. Pero insisto, no es aprendizaje online, no es aprendizaje virtual.

Una cosa que es importante ver cuando uno ya reconoce, identifica, diagnóstica, le pone nombre a que lo que está haciendo con esfuerzo es enseñanza remota de emergencia, uno lo que puede ver enseguida es que la enseñanza remota de emergencia no es un lugar en el que debemos de quedarnos. Es evidente que es un lugar de tránsito, es evidente que es un lugar al que nos hemos visto abocados, al que no queríamos ir probablemente. Pero también es verdad que si reconocemos la situación que tenemos podemos utilizar este tránsito, este camino, no para quedarnos en él, no para volver a una situación exclusivamente de presencialidad. Porque decíamos antes que esta normalidad ya no será y porque además no sabemos si el año que viene vamos a tener que volver a sistemas de enseñanza de tipo remoto. Por tanto, siendo conscientes de que estamos en esta enseñanza remota ante la emergencia, quizá la podemos utilizar para intentar andar para aprender, para reflexionar en este proceso de transformación de nuestra institución, para ir avanzando hacia lo que podría ser un aprendizaje online y, sobre todo, anticipando que a nuestra vuelta, a lo que será una nueva normalidad hayamos ya transitado más allá de esta enseñanza remota de emergencia. Porque fíjense, después de habernos diagnosticado, después de haberle puesto nombre al lugar donde estamos la pregunta clave es: ¿dónde queremos estar dentro de unos meses? o ¿dónde queremos estar dentro de un año o dos? Porque hará falta ponerle nombre a este lugar donde quiero estar, donde queremos estar dentro de unos meses un año o dos.

puesto nombre al lugar donde estamos la pregunta clave es: ¿dónde queremos estar dentro de unos meses? o ¿dónde queremos estar dentro de un año o dos? Porque hará falta ponerle nombre a este lugar donde quiero estar, donde queremos estar dentro de unos meses un año o dos.

Pero, esto de re imaginar la educación ¿realmente se puede hacer?

Creo que no solamente es posible, sino que es necesario, es más necesario que nunca y hemos de utilizar precisamente esta crisis. Hemos de superar este hiperactivismo de la enseñanza remota de emergencia para continuar cabalgando, impulsando en este cambio de mirada, en este poner la persona en el centro, en este reimaginar la educación. Hoy más que nunca es muy importante reimaginar la educación. Hoy más que nunca nos damos cuenta que a esta doble crisis a la que el coronavirus nos ha llevado, si no levantamos la mirada, si no nos atrevemos a mirar más allá hoy, luego, cuando volvamos a nuestra escuela a otra normalidad distinta, todo va a ser muy complejo.

Por tanto tendremos de movernos, pero no movernos haciendo cosas en la enseñanza remota de emergencia. Quizá hay que hacer menos cosas. Yo sé que tenemos muchos problemas económicos y problemas económicos de las familias y problemas de conexión y problemas de organización y problemas de contenidos. Pero por encima de eso vemos que el directivo tiene que dedicar espacio y tiempo a moverse a planificar este cambio profundo. Un cambio profundo del proceso de enseñar y aprender que deberemos hacer, que ya lo hemos empezado. Pero fíjense, en este paso de la enseñanza remota de emergencia al aprendizaje online tendremos que hablar de modalidades: de modalidad presencial, modalidad online, de ritmos, de cuál ha de ser el rol del estudiante.

Qué bien va cuando el estudiante se acostumbró ya antes de la crisis del coronavirus a ser más activo.

"¿Se podrá transformar la educación o vamos a ir siempre detrás de las crisis con la sensación de que no llegamos, de que no podemos? "

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