revista de pensamiento crítico y reconocimiento. | Page 34

de forma exclusiva y al mismo tiempo, un esfuerzo extra para compensar en la medida de lo posible las carencias y deficiencias de un sistema improvisado ante una realidad desigual. Tanto el profesorado como el alumnado confiesan que echan de menos el directo.

Sí, se han removido cosas durante este confinamiento:

- Se han priorizado las PERSONAS.

- La SANIDAD PÚBLICA ha pasado a tener una relevancia extraordinaria. Sus recursos humanos y materiales son esenciales y deben ser prioritarios .

- A la EDUCACIÓN y a la función del PROFESORADO se le ha reconocido un gran valor y un gran reconocimiento por parte de las familias.

- La CIENCIA ha pasado a tener la relevancia que merece para que la sociedad progrese y para el bienestar de las personas.

- El Medio Ambiente ha mejorado con las personas confinadas en casa.

- El cambio climático ha mostrado peligros que no estaban en la consciencia colectiva: la destrucción de la biodiversidad promueve la zoonosis (el paso de patógenos como este famoso coronavirus desde animales al ser humano).

Sacar aprendizaje de cada vivencia, de cada situación, de cada experiencia, tendría que ser algo que nos enseñaran de forma prioritaria desde la más tierna infancia. Sería la manera más eficaz para que “nuestra mochila educativa” tuviera el doble valor de protegernos y de ayudarnos a progresar como personas, respetando y cuidando el planeta en que habitamos.

Experiencia como la que estamos viviendo con esta pandemia no la conocíamos. Nos ha sorprendido, amedrentado y desplegado ante nuestros ojos horizontes de gran incertidumbre. Hemos visto todo tipo de reacciones ante ella: desde las que surgen de lo mejor del ser humano -su solidaridad, dignidad, creatividad…- hasta otras en las que el modo reactivo nos acerca al “animal” -violencia de género, maltrato o abusos en el entorno familiar-.

Lo ideal sería que las personas lleváramos una “mochila educativa” protectora, con aprendizajes para conseguir ser la mejor versión de mí misma y aprendizajes para establecer relaciones con otras personas que nos aportaran bienestar y crearan climas de convivencia positivos. Es decir, aprendizajes para ser ese tipo de persona que transforma los entornos en inteligentes porque actúa de forma inteligente, como dice José Antonio Marina.

V. ¡Nunca es tarde para aprender!

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