Revista de Comunidades Educativas 127 Revista de Comunidades Educativas De La Salle 127 | Page 22

Comunidades educativas Creciendo Juntos Las sonrisas no tardaron en llegar, a lo largo de estos días de planificación se respiraba un ambiente lleno de esperanza y caridad, movidas por el motor del amor y puestas en práctica por el ejemplo de San Juan. 20 Los niños disfrutaron mucho este día tan es- pecial. En este tiempo de convivencia, todo el mun- do se divierte a su manera. ¡El día llegó! Este día tan anhelado por los integrantes de la delegación de Cumbres tuvo un maravilloso comienzo, puesto que se podía observar por los pasillos cómo los alumnos caracterizados y disfrazados de personajes infantiles caminaban de un lado a otro, terminando de arreglar los últimos detalles, cada vez se acercaba más la hora de que ese famoso camión que transportaba a los niños llegara; se colocaron los puestos donde se llevarían a cabo las actividades, se asignaron por salón, personas encargadas de ser los guías de los equipos conformados por los adorables menores, e incluso el entusias- mo se hacía presente en los maestros que, con tanto ímpetu se preocupaban por la lo- gística del evento. Se dio la noticia de que los alumnos del kínder habían llegado e inme- diatamente bajando ellos del camión, fueron escoltados por unas mágicas princesas que los encaminaron al área donde se realizaría el evento, llegando allí, los encargados de equipos recibieron con cálidas porras y un singular goce a los niños que pasarían el día con ellos. Como primer momento, los alumnos del instituto se reunieron en el patio principal, para realizar “Rondas” y cantos con los ni- ños, posteriormente, comenzamos con el rally, donde los equipos se rotarían de una manera cronometrada, con el fin de que to- dos los pequeños visitaran cada una de las bases. El día transcurría y junto con él, las miradas llenas de ternura que compartían los alumnos lasallistas con los alumnos del kínder, las risas eran notorias, puesto que los niños en las diferentes dinámicas rea- lizaban actividades fuera de la rutina, se convertían en pescadores de pececitos de plástico, en golfistas profesionales jugando mini golf, o visitaban el pequeño boliche que se les organizó, etc. Dicen que cuando te diviertes, el tiempo pasa volando y en esta ocasión así lo fue, se llegó la hora de la comida y todos los participantes del evento nos sentamos a compartir los alimentos, por los que an- teriormente habíamos hecho una oración de agradecimiento, el delicioso almuerzo