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Huitzilopochtli
Por: Karina Rivera
El significado de mi nombre en náhuatl es "colibrí zurdo" o colibrí del sur". Soy el dios de la guerra de los aztecas desde el inicio de su peregrinación hasta el establecimiento de Tenochtitlán. Mi historia de cómo surgí es muy curiosa: Coatlicue, la madre de 400 surianos y de una hija llamada Coyolxauhqui.
Un día mientras barría se encontró un par de plumas finas de color azul las tomó y se las guardo en su seno, resultando quedar embarazada. Indignada Coyolxauhqui, logro convencer a sus hermanos de que había que matar a su madre. Pero dentro de su vientre yo le decía que no temiera porque yo su hijo la protegería.
Coyolxauhqui al frente de los 400 hermanos avanzaron contra su madre, pero en el momento en el que llegaron salí del vientre armado: con una vara y un dardo de color azul, llamado lanzador turquesa, mi rostro pintado con el color llamado, "pintura de niño", unas plumas azules en mi cabeza y una culebra hecha de teas llamadas Xiuhcóatl, con ella herí a Coyolxauhqui dejándola sin cabeza y con la que, finalmente vencí a todos mis hermanos.
Los aztecas solían ofrecerme sacrificios humanos. Las víctimas eran usualmente prisioneros capturados en las guerras frecuentemente los aztecas tenían con sus vecinos. Los sacrificios eran con la intención de asegurar, las lluvias, las cosechas y la victoria en las guerras. La forma más común de los sacrificios practicados por los aztecas era de arrancarle el corazón a un cuerpo vivo y ofrecérmelo a mí, el dios del sol (Huitzilopochtli).
Yo fui el quien les dijo a los aztecas donde construir la ciudad de Tenochtitlán. Soy representado como un hombre azul completamente armado, con plumas de colibrí en su cabeza con forma de corona.