Las herramientas para esta nueva gestión de los países
de la Región del Pacífico Sudeste parecen estar dados (ins-
trumentos legales y técnicos internacionales y regionales,
así como un organismo intergubernamental de coordina-
ción - la CPPS), al igual que el escenario, las estructuras
de dirección y toma de decisión establecidas por la Con-
vención. Hace falta ahora la voluntad política para poner-
las en marcha. La preocupación radica que en las actuales
circunstancias los países no están lo suficientemente cohe-
sionados. Ecuador, en ese orden, parece no tener mucho
interés en el tema, tal vez por desconocimiento de su real
dimensión.
Por lo anterior es pertinente hacer el llamado también
desde el ámbito académico donde se puede estudiar con
mayor rigor científico y dedicación la situación particular
de cada uno de los países y hacer los aportes de fondo,
acordes con sus realidades y particularidades. Este llama-
do debe llegar también a las ONG de Derechos Humanos,
para que se sumen con ánimo constructivo y lo más im-
portante, en defensa de los derechos de los pescadores y
pobladores de los Estados Ribereños, menos favorecidos.
Sería muy recomendable que los países de la Región
del Pacífico Sudeste, posiblemente a requerimiento del
Ecuador, se dieran a la tarea de promover la entrada en
vigor y aplicación del "Acuerdo de Galápagos" mientras
continúan participando activa y coordinadamente en el
proceso de implementación de la OROP para las Pesque-
rías del Pacífico Sur.
ESTRATEGIAS
Considerando la necesidad de emprender acciones es-
tratégicas de mediano y largo plazo para afrontar el usos
sostenible de los recursos naturales renovables vivíos,
como la pesca en alta mar, una de ella sería la firma y ratifi-
cación por el Ecuador de la Convención que creó la OROP/
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