Revista Caracter 2 - 2014 Vol. 2 | Page 128

rico como para que todos crean que esos pedazos de papel verde (Friedman 25) en efecto podrían ser cambiados por oro. Pero, como los acuerdos internacionales solo son inviolables hasta que alguien con poder suficiente deci- de violarlos, el 15 de agosto de 1971, el presidente Nixon anunció que su gobierno había adoptado la medida mo- netaria más revolucionaria del Siglo XX. La 'revolución' consistió en anular el compromiso de pagar con oro el va- lor del dólar. Así se puso en práctica la receta de algún legendario alquimista, solo que en dirección inversa: el patrón-oro se transformó en patrón-papel. Los hechos que sucedieron después son bastante conocidos: la emisión de dólares sin respaldo deterioró su cotización frente a otras monedas del Primer Mundo; la inflación mundial, un suce- so desconocido hasta ese entonces, amenazó con aprisio- nar a todo el mundo; se facilitó el financiar e inflar la deuda del tercer mundo; y, la disciplina monetaria quedó sujeta a la sola voluntad de los gobiernos de tumo. Lo paradójico de esta breve historia, es que Europa, que ordenó dar vida al dólar, ya dejó de utilizarlo. Mientras que en América -que lo único que hizo fue bautizarlo- la metamorfosis que transformó al dólar de plata, en dólar de oro y en dólar de papel, continúa en el dólar de tinta con la que se contabiliza nuestra creciente deuda externa. El Peso Latino En la segunda década del Siglo XXI, en los 19 paí- ses de América Latina, como se afirmó en la introducción, el dinero circula con 10 nombres distintos: Peso en Argen- tina, Chile, Colombia, Cuba, México, República Domini- - 136 -