Revista Caracter 2 - 2014 Vol. 2 | Page 127

La necesidad de contar con una nueva moneda, es percibida por Alexander Hamilton, Secretario del Tesoro en el gobierno de George Washington, quien propone y logra que Estados Unidos-con decreto legal suscrito el 4 de abril de 1792- adopte como moneda propia al daler mexicano, que pronto comienza a ser denominado ' dallar ' bajo la fonética de la lengua inglesa. La adopción del dólar cumplió una doble función: eliminó la práctica de imprimir moneda indiscriminadamente; y, logró que el mundo se enterará que los Estados Unidos se habían convertido en una nación unida, soberana e independiente.
El dólar de plata sobrevivió hasta comienzos de Siglo XX. Elide marzo de 1900, el presidente William MacKinley-que había declarado la guerra a España- oficialmente decretó que a partir de ese día el valor del dólar dejaba de ser cotizado en plata y comenzaba a ser cotizado en oro.
Ese antecedente sirve para que, poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, los países vencedores que se habían reunido en el hotel " Mount Washington ", ubicado en un centro vacacional denominado Bretton Woods, decidan, entre otros asuntos, que las futuras transacciones que realicen entre sí los países del mundo occidental, debían efectuarse en dólares y que, a su vez, los Estados Unidos se comprometían a entregar una onza de oro por cada 35 dólares, cuando cualquier país así lo requiriese. Es decir, internacionalmente se aceptaba el compromiso de hacer funcionar al patrón-oro en todo su esplendor.
La aceptación del dólar como moneda universal se basaba, desde luego, en el reconocimiento de una innegable realidad: la existencia de un país lo suficientemente
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