Revista Caracter 1 - 2012 Vol. 1 | Page 97

Esquemáticamente, es necesario ilustrar con un ejemplo cualquiera. Supongamos que en un país X, obtener toda la can- tidad de bienes y servicios que necesita cada obrero, ha compor- tado como promedio, 4 horas de trabajo de toda la sociedad (en la suma de las empresas agrícolas o industriales que producen alimentos, ropas etc.) por cada obrero empleado. Aceptemos en- tonces que en ese país X, tales 4 horas de trabajo social y según la teoría del valor-trabajo, representa el valor de todos los productos para procurar la existencia corporal y mental de sus trabajadores (puede suceder que otro país y o Z con más técnica y mejores rendimientos, quizás el tiempo de trabajo necesarios para obtener dichos medios de vida, sean de 2,5 horas o 1,5). Pero sucede que la fuerza de trabajo, independiente de las horas de descanso que necesita y que disfrute, tiene como con- dición natural, la capacidad de poder trabajar muchas horas al día. En el ejemplo del país X, toda vez consumido por cada uno de los obreros, esos bienes de existencia, los mismos que repre- sentaron 4 horas de trabajo, ya cada obrero, dispone de energías y fuerzas fisica para faenar, y así lo hace, en las magnitudes de horas establecidas por el contrato laboral, que siempre son superiores a aquellas 4 horas que fueron necesarias para producir los productos que requiere para su existencia material. Nuestro obrero, digamos puede fisicamente laborar 4, 6, incluso 8 más, por encima de las 4 horas de trabajo que se necesitaron para que se mantenga vivo. De manera que, en nuestro caso, si en el país X, el tiempo de duración de las jornadas laborales es de 8 horas; obtendremos una estructura en esa jornada laboral de 8 horas: 4 horas se corresponden con el tiempo de trabajo que se necesita- ron para obtener sus medios de vida y 4 horas quedarían como adicionales. De esa estructura del tiempo que comporta la jor- nada en cuestión, surgen las categorías que en economía política se conocen respectivamente, como tiempo de trabajo necesario (t. t.n.) y tiempo de trabajo adicional (t.t.a.). En el caso citado, tendremos 4 de t.t.n. y 4 de t.t.a .. Debe quedar claro que en la práctica cotidiana, ambos segmentos del tiempo aparecen diluidos en una sola jornada laborar total, y nadie puede, pues es imposible calcularlos, pero es lo que ocurre. En la práctica tanto al empleador como al empleado, en defi- 107