Revista Caracter 1 - 2012 Vol. 1 | Page 91

económica, de la que se parta. Tal cual sea el punto del que se parta, o de la fase de desarrollo en que se encuentra el país en cuestión, o de las características de las ramas en que se plantean los problemas, será necesario priorizar uno u otro método. Si Ecuador ya hubiese alcanzado mayores niveles de productividad y de eficiencia; si su PIB creciera en progresión sostenida, llega- ría un momento en que podría identificar cuáles ramas producti- vas, podrían ser liberadas del control estatal y dejar su desenvol- vimiento libremente a las fuerzas del mercado, y cuáles aún no. y vale aquí una advertencia. Debemos considerar que tanto en las formulaciones de las políticas económicas de cortes mone- taristas y liberalizadores del mercado, como en sus antítesis las más estatizantes, hay que considerar los casos. A la vista están la existencia de ramas o tipos de producciones y servicios del país o de un municipio, las que indistintamente, nunca serán renta- bles, o no serán eficientes o no funcionan bien bajo la propiedad pública. En otros tipos de producciones y servicios sucede a la inversas si pasan o están ya en manos de particulares. De todo lo anterior el dilema que entonces confrontan los economistas encargados, es determinar para cada caso: 1) cuáles son las condiciones del punto de partida; 2) discernir cuál es el mejor tipo de propiedad apropiadas sobre ellas. El análisis debe- rá determinar si mantenerlas como propiedad estatal o dirigirlas con una alta centralización por el gobierno, o preferir que sean personas privadas los dueños y plena liberalización en el merca- do. Un último tema de debate, se relaciona a la fijación de la intensidad de los ritmos y vinculado a ese factor, los plazos para atravesar cada fase de la estrategia elegida. Se tiene presente que semejante desafio comportaría mantener, por un período más o menos largo, unas tasas relativamente altas de acumulación (este índice podría alcanzar rangos de hasta un 25% en su cuantía, lo que implican reducciones en el consumo de la población, inclu- so hasta límites más allá de lo permisible). En esta polémica en el Ecuador, y en cualquier circunstancias tendrá que aceptarse que la solución a las deformaciones de su economía, siempre comportará, atravesarse un período más o 101