Revista Caracter 1 - 2012 Vol. 1 | Page 140

ca te guste o que sientas mucha necesidad). y entonces, yo escribo desligando eso. -:\0 tiene nada que ver que un tío me guste, y yo de los calzoncillos del modelo de Cal- vin Klein me quede encantada. Pero no se puede ir más allá que admirarlos, que no se puede llegar a una relación duradera. Eso, los hombres lo tienen bien claro. pero a las mujeres no nos lo han hecho ver así. (1 ) La hablante del poema es la representación de una mujer que ha aprendido a hacer este deslinde lo cual le permite una actitud de control tanto de sí como de su deseo. Más lejos nos lleva el poema "Mi marinero en tie- rra." La hablante lírica ya no sólo desea sino que contem- pla, describe y posee al Otro. Por medio de imágenes visua- les, el poema presenta un hombre viril curtido por el mar. Significantes tales como: bruscamente, afilado, escollera, firma, acecha, tostada mejilla, voz de tu apremio. estable- cen la personalidad del personaje masculino y su urgencia sexual. Como afirma Hilde Cramsie (200), el "Tú" desea agredir pero el yo no se lo permite." la hablante exclama: "Y me adelanto, y sé donde una escollera/ más firme que tu pecho ...." Para luego continuar: dónde abismo que iguale al que tu boca acecha". De esta manera, la hablante pone punto final a la agresión, ella es igual. A pesar del apremio del amante. la hablante es quien se lanza al asedio y está consciente de su deseo. Al ser la iniciadora del acto sexual, la hablante ha roto el molde que controlaba su erotismo. Al contraponer un dique-escollera al abismo consigue una igualdad sexual. la hablante lírica ya no se conforma con la contemplación y el deseo; quiere satisfacerlo, y lo consi- gue. El mismo hecho de desnudar al amante, conlleva una revisión-de-construcción del mito de la modestia y pasivi- dad femenina. Como afirma Sen odidio, Rossetti antepo- ne la agresiv idad a la pasividad femenina y logra que sus hablantes descubran con sus propias manos los tesoros que 151