Cactus
recuerda a grandes referentes como Marjane Satrapi,
Robert Crumb y Joe Sacco. Bunjevac es de origen
serbio y nació en Canadá, pero con dos años su
familia se trasladó a Yugoslavia. De ahí proviene
el título del cómic, que en varias lenguas eslavas
significa “sin nombre”. Además, al comienzo indica
que se trata de «una adaptación moderna del mito
de Artemisa y Sipretes». No hay mucha información
sobre esa fábula en internet y las versiones varían
ligeramente. Sipretes (o Siproites) era un joven
cretense que accidentalmente vio a Artemisa
bañarse desnuda, aunque según otras fuentes trató
de violarla, así que ella, que era la diosa griega
de la caza, los animales y las tierras salvajes, y la
natalidad, le convirtió en mujer para castigarle.
Mitología noir. La autora traslada esa idea a una
historia con toques detectivescos y de género noir
donde el protagonista persigue a su femme fatale
a escondidas, entre las sombras, como el voyeur
que es. Lo que inicialmente parece un argumento
sencillo y lineal pronto se torna mucho más
complejo gracias a un fascinante juego de espejos
que provoca la obsesión del pervertido Benny. Las
explícitas y grandes ilustraciones representan las
fantasías sexuales del protagonista, que poco a
Es una adaptación
moderna del mito de
Artemisa y Sipretes, a
quien la diosa convirtió
en mujer tras intentar
violarla.
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