Revista Cactus Cactus 37 | Page 25

Cactus contemporáneo, pero la limitada distribución de sus largometrajes no ha facilitado que le conozca una audiencia mayoritaria. Por eso, la plataforma que HBO le ofrecía con Big Little Lies, a priori, era perfecta; un público más amplio podría descubrirla y acercarse a Red Road, Fish Tank, Cumbres borrascosas o American Honey. No obstante, al tratarla como a una sustituta temporal cuyas aportaciones no debían destacar nos impidieron disfrutar de todo su potencial y la utilizaron a modo de reclamo publicitario en un contexto en el que ya incluso se comercializa con la desigualdad que sufren las mujeres del sector. historias sabía que no podría dedicarse a ello a nivel profesional en el Reino Unido porque los gatekeepers de la industria no permitirían entrar a alguien que venía de donde ella venía. Así, decidió marcharse a Los Ángeles a estudiar dirección en el American Film Institute y empezar a realizar sus primeros cortos. Milk (1998), Dog (2001) y el oscarizado Wasp (2004) estaban ya completamente impregnados del estilo visual y de los intereses narrativos que han regido toda su filmografía, marcada por una perspectiva de corte social íntima, visceral y contemplativa, y, sobre todo, por la plena libertad y control creativos. Deseando conservar la integridad de sus obras, Arnold se ha movido en el terreno del bajo presupuesto desde sus inicios aun a riesgo de verse obligada a pelear por un hueco en las salas comerciales —de poco le sirve haber ganado el Premio del Jurado en Cannes con tres de sus cuatro largometrajes—, Sobreviviendo un día más. Andrea Arnold se ha labrado su propio camino en contra de lo socialmente establecido para ella. Nacida en Dartford en una familia monoparental, de clase obrera y adolescente, no tardó en abandonar los estudios a finales de los años 70 para meterse a trabajar en programas de televisión, primero de bailarina y luego como actriz y presentadora, intentando escapar de una vida escasa en oportunidades. Sin embargo, lo suyo no era estar delante de las cámaras y aunque le gustaba escribir 25 #37 09–10_2019 Sus protagonistas femeninas se relacionan con su entorno a la defensiva, viscerales y profundamente hostiles y destructivas.