Cactus
ANDREA
ARNOLD y la
resiliencia de los
marginados
TEXTO: REBECA GRACIA LARA
HBO y el equipo de Big Little Lies tuvieron
en su mano la oportunidad de acercar el
talento de la cineasta Andrea Arnold a
un público global y la desaprovecharon
tras utilizarla como reclamo publicitario
en la época del Time’s Up. Repasamos
la filmografía de una de las voces más
potentes del cine europeo contemporáneo.
E
l regreso de Big Little Lies este año podría haber
sido la carta de presentación de Andrea Arnold
para el público mainstream. O eso parecía
cuando se anunció que la cineasta británica dirigiría
la segunda tanda de episodios del éxito de HBO tras
la marcha del anterior director, Jean-Marc Vallée, por
coincidencia de fechas con otro proyecto. A partir
de entonces, todos los implicados se dedicaron
a elogiar la visión de Arnold y su forma de contar
historias, y nos vendieron su fichaje como una
magnífica elección porque, además, estaban muy
concienciados con respecto a la precaria situación
de las mujeres de la industria. Sin embargo, durante
la emisión surgió la polémica en la prensa: el equipo
liderado por el showrunner David E. Kelley habría
contratado a Arnold bajo la promesa de una libertad
creativa que nunca le concedieron y también le
habrían ocultado que Vallée retomaría el control
al finalizar el rodaje, así que los nuevos episodios
eran el resultado de los esfuerzos del canadiense
por eliminar en montaje toda seña de identidad de
la directora al percatarse de que tenía voz propia y
esta no encajaba con la suya.
Ganadora de un Oscar y favorita del Festival
de cine de Cannes, Andrea Arnold es una de las
autoras más personales y potentes del cine europeo
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