Revista Cactus Cactus 37 | Page 23

de la autoconciencia y la opacidad de sus paredes crea una atemporalidad del espacio. Las instituciones culturales son conscientes de que estas experiencias audiovisuales masivas tienen mucho que ofrecer a su campo. El clubbing, al igual que debería hacer el arte, ofrece una respuesta contemporánea a una necesidad del ser humano. Desde movimientos como el Accionismo vienés, así como rituales antiguos como las bacanales y los misterios dionisíacos en los que el arte era una pieza central, los espacios artísticos actúan como un lugar desde el que expresar pensamientos desafiantes y liberarse. La música, el baile y los sentidos se desarrollan en una comunidad estática con ideas, gustos y deseos afines. Aunque las condiciones de lo que consideramos un espacio de arte tradicional estén en oposición con las de un club, los propósitos se mantienen, e incluso se ejecutan con igual o mayor éxito en la noche. Las condiciones de calma y sobriedad de una galería reflejan la necesidad de un espacio cuya atmósfera sea propicia para la reflexión y el pensamiento profundo. Los clubes destruyen esa paz a base de música y sustancias y contraponen la contemplación silenciosa y estática con el ruido ensordecedor y Su espacio se reconvierte con la afluencia de la gente y condiciona la sexualidad haciéndolo laberíntico y oscuro. el movimiento constante. No hay mejor manera de librarse de la cuarta pared que no construyéndola, ni poniendo límites temporales a la experiencia. Incluso sin los cierres constantes y las licencias cada vez más restrictivas a las que se somete a los clubes, el hecho de ser expulsado con el primer rayo de sol, necesariamente impone un límite en la noche, un límite que está ausente en Berlín. Las nuevas experiencias colectivas surgirán al repensar todas las condiciones por las que los sistemas exhibición contemporánea han dejado de ser útiles. Es en la pureza de la intención donde el arte y el clubbing parecen tener sus equivalentes. Cuando el objetivo compartido es la expresión, el club se convierte incluso con más fuerza que la galería en una plataforma definitiva para la experiencia sensorial del arte. Berghain se ha ganado el respeto y la curiosidad del mundo entero por tener el techno, la lujuria y el arte como parte principal de su escena, y su dirección artística seguirá ayudando a legitimar la galería como lugar de celebración y el club como catalizador de la experiencia artística durante generaciones de clubbers. @ Nueva ubicación Leku berria C/ Pintor Ignacio Zuloaga, Zorrotzaurre (Bilbao)