Revista Abanico por Gaudium Ecuador Revista Abanico Ed. 8 - Noviembre 2016 | Page 47
El 14 de julio de 1789 una turba enardecida
tomó la Bastilla matando a los guardias y al
gobernador y liberando a los prisioneros. Para
borrar aquel símbolo decadente de Francia,
el pueblo la destruyó piedra por piedra. Mientras esto sucedía, en el Palacio de Versalles el
rey se despertó por el alboroto de uno de sus
ministros, soñoliento pensó que se trataba de
una rebelión, pero se trataba de una revolución.
El clan y sus agentes, maestros en crear pobreza, sufrimiento y muerte, lograron su objetivo.
Durante el proceso de deshicieron de los mejores y más educados patriotas franceses, ahora
las masas eran dirigidas por los jefes de estos
agentes encubiertos: Maximilien Robespierre,
Jean-Paul Marat y Georges Danton.
Al mes de ocurrida la toma de la Bastilla, el rey,
clero y nobles fueron cautos en iniciar cambios
fundamentales y vitales en la vida política y
social de Francia. En una reunión especial en
la Asamblea Nacional se determinó que las
peticiones del pueblo eran justas y que los tres
estados franceses, el rey, clero y nobles -el
cuarto estado era el pueblo- perderían derechos y renunciarían a grandes beneficios en
favor del pueblo. Es así como el feudalismo en
Francia queda abolido. Tres semanas después,
la Asamblea emite la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, basada en la
Declaración de Independencia de los Estados
Unidos y la Declaración de Derechos de Gran
Bretaña. Esta excelente declaración fue distribuida por varios medios y sirvió de ejemplo al
mundo. Francia era una monarquía constitucional bajo el mando de un rey benigno. El pueblo
había obtenido su revolución en menos de dos
meses, con poco sufrimiento y muerte.
Parece ser que este cambio de rumbo no gustó
para nada al clan, a sus agentes y a los iluminados. Lo último que ellos querían era libertad,
prosperidad, paz y seguridad para los ciudadanos franceses. De inmediato la maquinaria
empezó a funcionar nuevamente con propaganda anti-sistema, radicalizando al pueblo bajo
el mando de veinte iluminados denominados
Jacobinos. La falta de conocimiento del pueblo
hizo que crean en las mentiras y distorsiones
de este grupo. La nación se convirtió en un
manicomio por una década a pesar de la famosa declaración. Los reyes fueron hechos
prisioneros en el palacio de las Tullerías y el 10
de agosto de 1792 fue atacado por el pueblo
revolucionario.
A pesar de estar bien resguardados por soldados y artillería, el rey pidió conversar con los
asaltantes, su figura era odiada por el pueblo
gracias a la propaganda del clan y sus agentes.
No fue escuchado. El rey no era malo sino ingenuo, carente de astucia no pudo hacer nada
en contra de la maquinaria establecida.
El 21 de enero de 1793 Luis XVI conoció a
Madame Gullotine y en octubre la conoció su
esposa. Sin monarquía el pueblo se volvió más
salvaje. Mataron a todo aquel que apoyaba al
gobierno y la declaración. Muchos conocieron
a Madame y sus cabezas fueron mostradas
como trofeos en las ciudades. Todo parisino era
sospecho salvo que muestre fehacientemente
y hasta matando que no era parte del gobierno. En base a falsos juicios, nobles, clérigos,
hombres y mujeres fueron decapitados. En las
provincias la situación era similar con violaciones y mutilaciones. El clan y sus agentes se
aseguraron que los creadores de la declaración
sean brutalmente tratados. En pocos días miles
de cristianos fueron asesinados por cristianos,
esto que ahora llamamos Reino del Ter ror, en
un año acabó con más de 40 mil franceses de
una población de apenas 25 millones. Esta
revolución exterminó a los más capaces para
dirigir. Las matanzas fueron masivas. Miles murieron ahogados, este acto era conocido como
los Baños Nacionales, así como las guillotinas
eran conocidas como las Navajas Nacionales.
Esto continuó por diez años. Al finalizar, después de estos años de terror, Napoleón llevó
a Francia a las Guerras Napoleónicas. Francia
nunca se recuperó de estos horrores.
Ideología Sexual y Masónica
En sus artículos, Ideología sexual y masónica
en la Revolución Francesa1-2 y Pornografía
en la Revolución Francesa3, Jonas E. Alexis,
nos habla del verdadero trasfondo ideológico
detrás de la Revolución Francesa. El profesor
australiano Erik von Kuehnelt-Leddihn escribió
que la Revolución Francesa fue la madre de los
peores males ideológicos que se establecieron
no solo en la civilización occidental, sino en el
resto del mundo. Continúa diciendo que el movimiento produjo una sanguinaria orgía sexual.
El prestigioso historiador alemán, Reinhart
Koselleck, comenta que la Ilustración, especialmente en Francia, fue dirigida por dos corrientes: la primera por la República de las Letras, la
comunidad de intelectuales de Europa y