Revista Abanico por Gaudium Ecuador Revista Abanico Ed. 8 - Noviembre 2016 | Page 46

Esto no fue ejecutado por musulmanes radicales contra inocentes cristianos, aquí cristianos decapitaban a cristianos, franceses decapitaban franceses, esto era Francia desde 1789 a 1799. Esto era la Revolución Francesa.
Esta revolución, al igual a todas las que sucedieron después, fue ideada astutamente y en secreto por los principales agentes del clan Rothschild, su cartel bancario y la no tan oculta red de los Iluminados de Baviera. Desde entonces han controlado todos los sucesos, causas ocultas y eventos de estas desastrosas revoluciones. Al igual que en nuestros días, la propaganda utilizada para avivar las llamas de revolución relataba a los campesinos los horrores de su vida. Tú no tienes ropa mientras que los nobles se visten espléndidamente, les decían, tú pagas impuestos y no tienes cómo alimentar a tu familia, no tienes trabajo, no tienes qué comer. Así llegó la revolución. Aunque estas palabras eran auténticas pues entre los nobles y el pueblo existía una brecha grandísima, esta verdad fue usada para un motivo infame.
El pueblo francés comía dos libras de pan al día, este alimento era esencial en su vida, sin él la hambruna se propagó por la nación y así el hambre se transformó en ira. No hubo nadie quien les diga que esta ira no provenía del rey Luis XVI, o de los nobles, o la iglesia, sino de los agentes encubiertos que trabajaban para los Rothschild. Fueron ellos quienes compraron todo el trigo disponible y lo vendieron fuera de Francia, acaparándolo y escondiéndolo del pueblo y del gobierno. El gobierno francés que estaba al borde de la bancarrota no podía hacer nada contra la hambruna e ira del pueblo. Además, el cartel bancario de los Rothschild la había endeudado con préstamos usureros para la Guerra de los Siete Años-conflicto ocurrido entre 1756 y 1763 para controlar Silesia, Norteamérica e India- y también para ayudar a la independencia de Estados Unidos. Ahora el cartel bancario había dejado tajantemente de prestar dinero a Francia y en el año 1789 la economía francesa era un desastre. El pueblo no comprendía este enredo, su problema era la hambruna y había que encontrar al culpable. Los agentes encubiertos les proporcionaron tres: el rey Luis XVI, el clero y los nobles. A través de boletines y periódicos logran su objetivo, levantando a un pueblo iracundo para lo peor.
La Bastilla nació en la Edad Media como una gran fortaleza en París, los agentes encubiertos regaron la noticia de que ahí estaban encarcelados miles de presos políticos, gente del pueblo.