Las reacciones a esta reelección no se hicieron esperar, se dieron algunos levantamientos
armadas, y Porfirio Díaz lanzó el Plan de la Noria, en contra de la reelección. Pero ninguno
de estos brotes antireeleccionistas tuvo éxito y fueron reprimidos por el gobierno juarista.
Finalmente Benito Juárez García no completó su nuevo mandato presidencial al morir el 18
de julio de 1872 en la ciudad de México, víctima de una afección cardiaca.
Con la muerte de Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada asumió de forma interina la presidencia
de la república, al ser este el presidente de la Suprema Corte de Justicia.
En octubre de 1872 nuevamente se llamó a elecciones presidenciales, contendieron en esta
Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, resultando ganador Lerdo de Tejada para gobernar
de 1872 a 1876.
El gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada continuó con la implementación de los ideales
liberales iniciados durante el periodo presidencial de su antecesor. Como primer paso retomó
la pacificación del país, otorgando amnistía a presos políticos y a quienes se levantaron contra
el gobierno republicano, aun así, la pacificación del país estaba lejos, ya que enfrentó
levantamientos agrarios y de carácter religioso.
El primero de ellos fue el levantamiento en armas de Manuel Lozada contra el despojo de
tierras pertenecientes a indígenas de Nayarit, realizado bajo el cobijo de las leyes de reforma.
Finalmente este conflicto fue sofocado por el gobierno.
El segundo conflicto se dio por la radicalización que Lerdo de Tejada dio a la separación de
la Iglesia y el Estado. La expulsión de los Jesuitas y la prohibición de manifestaciones religiosas
públicas hicieron que la jerarquía católica incitara a pedir la renuncia de Lerdo a la presidencia,
pero al igual que la primera revuelta, también fue sofocada.
Es durante el régimen d