Resumen Anual 2018 REVISTA A D O F A I P 2018 | Page 29
Daza que se hallaba en Tacna, partiera con sus fuerzas hacia el sur a encontrase con las
del general Buendía.
El 14 de noviembre de 1879 las tropas bolivianas llegaron a quebrada de Camarones, se
detuvieron inexplicablemente 48 horas, se dice que las tropas bolivianas se negaban a
continuar la marcha hacia el sur, el general Daza no encontraba forma para hacerlos
marchar, había perdido fe y liderazgo, o realmente no quería avanzar y buscaba un
pretexto para esconder su falta de hombría.
El 16 Daza envió telegrama al presidente Prado “Desierto abruma: ejército se niega a
pasar adelante”, disponiendo el retorno a Arica, lo que causó tremenda desazón por
esta traición, entre sus oficiales. Esta noticia llegó al general Buendía el día 19 antes de
la batalla de San francisco. Lo que cayó como una bomba nuclear entre las tropas
peruanas.
Después de la derrota de San Francisco el ejército de la coalición realizó una marcha
forzada sin detenerse. Fueron 52 horas de dura caminata, sin comida, agua y sin
descansar, demostrando su temple de acero. En total caminaron 52 leguas, unos 180
kilómetros hasta Tarapacá, toda una proeza. El coronel Suarez había adelantado su
llegada a este poblado para acopiar todo tipo de víveres, agua, y buscar lugares de
descanso, para las tropas extenuadas y sedientas.
Una extraña dilación se apoderó de los jefes chilenos en Pisagua. Antes de la batalla de
Tarapacá las tropas chilenas se encontraban en una inmovilidad que sorprendía a todos
sus integrantes, adormecidos por el sol, la falta de información de sus superiores,
sedientos de batalla, pero finalmente cómodos. No recibían ninguna explicación de sus
jefes.
Lo más extraño de esta situación era que el general Manuel Baquedano comandante de
la caballería chilena, se había quedado en Pisagua, “en las modestas tareas de
mayordomo de la intendencia del ejército, en los días en que sus valientes subalternos
acuchillaban en Germania, bajo las órdenes del teniente coronel de guardias nacionales
José Francisco Vergara a los húsares de Junín y de Bolivia”. (7)
En la tarde del 23 de noviembre de 1879 recién se ponen en movimiento las tropas
chilenas, el coronel Emilio Sotomayor Baeza partió de San Francisco al mando de 360
cazadores. Llegaron al caserío Agua Santa donde pernoctaron, con escasa comida para
hombres y bestias, al día siguiente después de marcha forzada llegó a la una de la tarde
a Peña Grande.
En este lugar capturan al gendarme Abarca, asistente que trasladaba el equipaje del
coronel Suarez de Iquique a Tarapacá, “El asistente Abarca entregó todas sus cargas,
incluso el archivo del estado mayor, que de esa suerte vino a ser prenda valiosa de los
armarios de nuestra biblioteca”. (8)
La división Ríos, descansó el 24 de noviembre en Tirana, a poca distancia el coronel
Sotomayor y sus tropas descansaban en Peña Grande, el coronel Ríos había partido de
Iquique (Estación Molle) dos días antes. Sus fuerzas estaban compuestas por
ochocientos hombres, “Eran milicias de Iquique, de Pisco, del Loa y de Tarapacá mismo”.
(9)
El núcleo de las fuerzas de la división Ríos estaba conformado por el batallón cívico de
Iquique al mando del coronel Alfonso Ugarte Bernales con 300 hombres. Las otras
fuerzas peruano-bolivianas que iban hacia Tarapacá eran: columna Loa (200 plazas),
columna Tarapacá (200 plazas) y columna Naval (200 plazas).
29