Reglas del Fútbol Reglas | Page 228

C APÍTULO 7 Cómo tratar las lesiones del fútbol y la salud del atlet Los jóvenes atletas son más propensos a lesionarse durante los partidos (62%) que durante las prácticas (38%). El mal estado del terreno de juego contribuye a aumentar las lesiones hasta un 25%. El mal estado del terreno de juego es el resultado del clima o de un mal mantenimiento. Las reparaciones en el campo de juego deben realizarse cada vez que sea posible. RECONOCIMIENTO Y TRATAMIENTO INMEDIATO DE LAS LESIONES Las lesiones en el fútbol a menudo se dividen en dos grandes categorías: lesiones por trauma, aquellas que ocurren como consecuencia de un solo suceso o episodio, como desgarro de ligamentos; y lesiones por excesos, aquellas que ocurren como consecuencia de la utilización repetitiva y la sobrecarga, como la tendinitis. Aunque ambos tipos de lesiones pueden dejar fuera de la cancha al jugador, usted tiene una responsabilidad especial en manejar, en forma eficiente y con adecuada cautela, las lesiones por trauma. La mayoría de las lesiones de los atletas que se producen durante las prácticas o los partidos son graves. Estas lesiones son el resultado de la distensión o la compresión del tejido hasta el punto en que se produce el desgarro. Cuando estos tejidos se desgarran, se produce el sangrado en la zona de la lesión, dentro o alrededor de ella. HERIDAS En el fútbol, tres tipos de heridas son comunes: abrasiones, laceraciones y punciones. En el caso de las heridas por abrasión, la epidermis y la dermis de la piel se raspan con una superficie áspera. Si la herida no es higienizada adecuadamente, la suciedad y los desechos podrían provocar una infección. El sangrado superficial surge del lecho capilar, pero generalmente se detiene rápidamente. Las laceraciones son huecos que tienen los bordes lisos o en forma irregular, causados por objetos filosos o puntiagudos que cortan la piel y los tejidos subcutáneos. El sangrado puede ser grave, y la herida puede infectarse. Las punciones son heridas causadas por un objeto filoso y puntiagudo. A menudo el sangrado no es grave, aunque las probabilidades de infección son altas. Cuando esté frente a una herida, controle el sangrado y evite que se infecte. Si la herida es grave, tendrá a lo mejor que inmovilizar la zona de la herida para controlar el sangrado. Sin embargo, esas situaciones son poco frecuentes. Generalmente el sangrado 228