REFORMA EDUCATIVA | Page 52

La contrarreforma educativa, la ley y el orden1 Carlos Fazio2 Saludo a las autoridades locales y federales presentes, y en particular a los maestros de la CETEG y de la CNTE que arrancaron estos foros al poder estatal. Todos los sistemas proclaman representar la voluntad del pueblo, del soberano. Pero hay dictaduras semánticas, gobiernos autoritarios y no-democracias que llegan al poder mediante la violencia, la manipulación mediática y/o el fraude, y esgrimen una retórica avasalladora con eje en la Constitución y el estado de derecho. Es común que en las fases de crisis hegemónica, de inestabilidad estructural e institucional, la clase dominante siempre recurra al “orden” para garantizar el mantenimiento de las condiciones de reproducción del modo de producción capitalista. Algunas veces, los amos del poder apelan a gobiernos castrenses bajo cualquiera de sus formas históricas: bonapartismo, dictadura militar, fascismo. Otras, la oligarquía asume directamente el poder; pone al mando a uno de los suyos. Algunas más, como ha venido ocurriendo bajo los gobiernos subordinados al Consenso de Washington neoliberal, fabrica administradores o gerentes para que defiendan sus intereses. Verbigracia, los cuatro últimos mandamases mexicanos, incluido el actual. En todas las épocas y en todas las latitudes, la reacción ha apostado siempre al analfabetismo, a la ignorancia, a las tinieblas. La actual administración de Enrique Peña no es la excepción. Está convencida de que cuanto menor sea el nivel cultural de las clases populares, menos incentivos hallarán éstas para las luchas reivindicativas, para la rebeldía y la protesta. En la actual coyuntura, lo que está ocurriendo en Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Morelos y el Distrito Federal, viene a demostrar que una contrarreforma educativa exógena (ya que responde a directivas económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), impuesta de manera no democrática por 1 2 Ponencia presentada en el Foro Ceteg / Gobernación, Acapulco, 7 de junio de 2013 Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM 51