Fatiga: La fatiga es uno de los problemas más comunes en el proceso de recuperación.
Es posible que se sienta cansado todo el tiempo y no tenga energía para “levantarse y
andar”. Las actividades normales de todos los días, aun las más sencillas, como ducharse,
le harán sentir agotado. Es posible que se sienta más cansado después del tratamiento,
lo cual hará que duerma más siestas, solo para encontrarse con que no puede conciliar el
sueño por la noche.
Es normal. Recuerde que su cuerpo ha pasado por situaciones difíciles y necesita curarse.
Necesita descanso y nutrición antes de que pueda volver a funcionar bien. Al principio,
usted solamente debe descansar y alimentarse bien; su trabajo es ayudar a que su cuerpo
se cure. Con el tiempo, aumente poco a poco sus actividades y la cantidad de tiempo
que les dedica. Pueden pasar varios meses hasta que su nivel de actividad vuelva a ser el
mismo que antes de su tratamiento. No se desanime y tómelo con calma, día a día.
Si persisten los problemas para dormir, debería hablar con su proveedor de atención
médica. Restablecer el patrón normal de sueño después de una enfermedad grave puede
ser difícil. En ocasiones, puede resultar beneficioso usar medicamentos para dormir por un
breve período.
Dolor en la parte baja de la espalda: Algunas personas sienten dolor en la parte baja
de la espalda y/o un dolor punzante en la parte posterior de la pierna. Si el aneurisma
sangró, es posible que el dolor de espalda se deba a la presencia de sangre en el líquido
cefalorraquídeo, que está irritando los nervios. Esta afección mejorará con el tiempo.
El dolor en la parte baja de la espalda también puede ser la consecuencia de estar
acostado en la cama por muchos días y de la falta de actividad. Por lo general, este tipo
de dolor de espalda mejora a medida que incrementa su nivel de actividad, pero puede
requerir terapia física. Realizar ejercicios suaves de estiramiento o utilizar una almohadilla
térmica puede ayudar a aliviar el dolor. Si el dolor persiste, comuníqueselo a su proveedor
de atención médica.
Estreñimiento: El estreñimiento es común y puede deberse a la falta de actividad y/o a
una dieta con bajo contenido de fibras o líquidos. La causa principal del estreñimiento
después del tratamiento de un aneurisma es el uso de medicamentos narcóticos. El
estreñimiento normalmente mejora con el incremento de la actividad y la disminución del
uso de analgésicos. Tomar ablandadores de heces, como Colace, o laxantes suaves, como
Metamucil, puede resultar de utilidad. Evite hacer fuerza o empujar.
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