1
Toma un huevo y hiérvelo hasta que se haga duro. Asegúrate de que se enfríe antes de continuar. Una vez que está frío, pélalo para sacarle la cáscara.
2
Ponemos el huevo en la boca de la botella para comprobar que es imposible introducirlo sin romperlo.
3
Ahora cogemos con una mano el huevo y con la otra las cerillas.
4
Encendemos las 3/4 cerillas y las metemos dentro de la botella. En cuanto las soltemos, hemos de poner rápidamente el huevo sobre la boca.
Jugamos con la presión admosferica