QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 91
Aunque solo fueran unos días, lo de cocinar,
lavarse la ropa… todo se le antojaba una montaña.
Cuando la sopa de fideos se puso a hervir, la sacó
del fuego. El filete ya estaba bastante descongelado, así
que lo puso en una sartén. ¿Faltaba algo? Sí, aceite. Lo
preparó todo y, hala, a esperar que se hiciera. No fue
al comedor. Se quedó en la cocina y dispuso la mesa
en la que solían comer o cenar a veces, cuando lo
hacían de manera frugal o solo estaban él y su madre o
él y su padre. La sopa estaba ardiendo y se quemó la
lengua, pero fue un mal menor. El filete casi se le puso
negro por uno de los lados, y encima, por haber
utilizado demasiado aceite, una llamarada rojísima
envolvió la sartén por unos segundos. Se asustó. Si
encima le prendía fuego a la casa…
Al final todo salió mejor de lo que esperaba.
Comió sumido en sus pensamientos y de postre se
tomó un yogur. Luego dejó los platos y los cubiertos en
el fregadero y se