QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 92

zapatillas en la ventana y estiró las sábanas para dar apariencia de que se había hecho la cama. No era mucho, pero al menos le ponía buena voluntad. «Ellos» tendrían que valorarlo. «Ellos». Ya los veía como marcianos, con antenitas y todo. ¿Y ahora qué? La tarde era suya. Podía hacer cualquier cosa. Fue al teléfono para llamar a Ángel y, justo cuando iba a coger el auricular del inalámbrico, el aparato se puso a sonar. Sus padres, seguro, preocupados por saber si había comido, si estaba bien… —¿Sí? —¡Felipe! No eran sus padres, era Ángel, y por el tono de voz, más bien un grito… —¿Qué te pasa? —se alarmó. Y su amigo le soltó la bomba. —¡Mis padres también se han puesto en huelga!