QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 60
novela era muy buena, la mejor de las que había leído
en los últimos tiempos. Era lo único que le evitaba
pensar en lo que sucedía en casa y le apartaba de las
preocupaciones. Su madre en plan pasota y su padre…
¿Y si los extraterrestres eran ellos?
Felipe comprendió que estaba realmente asustado.
Se puso a leer y esta vez le costó más
concentrarse. Un sexto sentido le advertía del peligro.
Conocía muy bien a sus padres, desde que había
nacido, y aquello no era normal; todo lo contrario, era
anormalísimo.
Esperó la hora de la cena con un nudo en el
estómago y la cabeza llena de malos presagios.
Pero al menos, como antes, el libro logró capturar
su atención y se volcó en él, sumergiéndose en la
historia. Tanto que de pronto miró la hora y se quedó a
cuadros.
¡Las nueve y veinte!
En su casa se cenaba muy puntual, porque su
madre era una maniática de las «comidas-a-su-hora».
Eso permitía hacer bien las digestiones, acostarse sin
tener la cena como quien dice todavía en la garganta,