QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 46
jadeando, sudoroso, con el pelo de punta y la misma
expresión de locura de un par de minutos antes.
—¡Qué pasada! —gritó por fin, emocionado,
cerrando un puño en señal de victoria.
Felipe decidió tener calma.
—No sabía que te gustaba la consola —dijo.
—¿Gustarme? ¡Es genial!
—Ah.
—¿Han traído las pizzas?
—No.
—Entonces vete. Avísame cuando lleguen. ¡Voy a
batir el récord otra vez!
—Papá, que la consola es mía.
La mirada que le lanzó su progenitor no auguraba
nada bueno.
—No seas plasta, venga. Déjame jugar —se
dispuso a comenzar de nuevo.
—¡Que quiero jugar yo!
—Lo siento pero me toca. Anda, estudia o lee o
haz algo, pero no molestes.
¿Molestar?
Primero su madre y la gimnasia. Ahora su padre y