Ceremonia del lunes
en el Colegio (Alusivo al 1º de mayo)
Toda a semana, la niña declamaba a toda hora… estaba emocionada por que el lunes, participaría en los honores a la bandera de su colegio… nada era raro, lo hacía con cierta regularidad, solo que ahora la maestra religiosa que tenía, le había dejado escoger el poema, la ceremonia tendría como tema focal, El primero de mayo, eso la emocionaba hasta las lágrimas, ya que el obrerismo le fluía por las venas, a fuerza de ver y escuchar a toda su familia, inmersa en ese estrato, todos eran obreros y pertenecían a diferentes sindicatos adheridos a la C.R.O.M.
Así que en cuanto supo que ella haría la selección del material con el que participaría, corrió a la casa de su tía, a pedirle que por favor, abriera el “tesoro” de su tío, ya fallecido, quien había sido fundador de la confederación obrera, y que venía arrastrando un importante acervo como participante en la huelga de Rio Blanco, Ver., Hombre de estatura física pequeña, pero con un gran potencial de liderazgo y organización obrera…hombre sencillo, bruñido por la morenura de su raza de bronce, de la que estaba muy orgulloso, hombre entregado al trabajo por completo y a su familia… ese era el tío Villa.
Con nerviosismo, le decía pues, a su tía, que necesitaba que le permitiera leer una vez mas, los periódicos viejos que el líder obrero guardaba en “tambaches” y cajas de cartón casi deshaciéndose, y a borbollones de palabras, le explicó la importancia de preparar bien su “número” en la ceremonia del su colegio… su tía la veía, con expresión entre de alegría y sorpresa, encaminándose al mismo tiempo al patio, en donde debajo de un gran árbol de “hule” había un enorme banco de carpintería y la parte baja de éste, servía para guardar cosas… allí, en cuclillas, la pequeña miraba con ansia el quehacer de su tía al deshacer cada uno de los nudos que salvaguardaban la integridad de los papeles y periódicos amarillentos ya por el paso de tanto tiempo en aquel enorme tambache…
Por fin!!! A la vista aquella belleza con que la pequeña disfrutaba tanto, sentada en las tardes con su tía leyendo las noticias añejas de la Huelga de Rio Blanco y como se enlazaba de alguna forma con la de Cananea, el tío era un verdadero héroe, entregó muchos años de su vida al obrerismo nacional, allí decía en uno de los diarios…
Buscando con prisa entre los ya leídos, encontró por fin el poema con el que estaba segura, quitaría la respiración de religiosas, maestros y alumnas de su Colegio querido Sor Juana Inés de la Cruz. Lo transcribió tan rápido que parecían sus letras “patas de araña” –decía su tía- y con la misma alegría nerviosa que entró a la casa, salió corriendo no sin escuchar el “vete con cuidado! No corras chamaca endemoniada, te vas a caer!” esta última palabra del grito familiar ya lo escuchaba desleído, completamente perdido entre el ruido de la máquina del tren que en ese momento pasaba por su vía, atravesando la calle hidalgo. Hacía calor, mucho! Y el vientecito que movía el pelo de la niña, le caía muy bien… era el vientecito que los furgones le regalaban en señal de simpatía, a lo lejos, también se oía el pitido de un barco… pedía práctico. Por fin, terminó de pasar el tren y otra vez mas corrió la niña para abordar la subida del Sector nº 4, en donde nació. No por sus prisas, dejó de saludar a las vecinas, quienes le contestaban con un “buenas tardes chatita” con voz entonada y más de alguna, le recomendaba lo mismo que su tía queridísima, “no corras, te vas a caer”… así y todo, llegó a su casita y le leyó a su hermano el poema buscado, -su madre, no estaba en ese momento, había salido a trabajar- el hermano le corrigió algunas cosas y así empezó la semana de ensayos en su casa, sola, con el apoyo de su paco y de su madre, y hasta uno que otro “ya cállate! Ya me hartaste!”. Ella no escuchaba, no entendía ni atendía la molestia momentánea de su madre y hermano, seguía en lo suyo que era, declamar y declamar, hasta que sintiera que le salía perfecta!
Por Rosario Iglesias
Que Bonito es Manzanillo