QUE BONITO ES MANZANILLO NUMERO 10 | Page 15

PARA LOS LADRONES DE LIBROS

CONSEJOS MUY PRÁCTICOS PARA ROBAR LIBROS :

a) SOLITARIAMENTE.- Son tres las palabras que la escuela clásica recomienda tener presente a los iniciados en esta materia: serenidad, prudencia y habilidad. Aunque hay una corriente contemporánea (conocida como escuela urbana o escuela del profesor Rubén Carrillo) que añade un cuarto elemento: cinismo. Lo cierto es que más de un neófito que no ha tomado en cuenta estos puntos, ha ido a parar a la preventiva. El ladrón de libros debe ser superior siempre a los ojos del policía, de la persona que atiende tras el mostrador, de la cajera, e incluso de las cámaras filmadoras. Desde el momento en que entra a la librería y sabe su propósito, debe saberse superior psicológicamente a todos los que están dentro.

Nunca se debe robar en la primera vez que se visita una librería. Si se logra hacer es suerte, no es técnica, y un buen ladrón de libros no depende del azar.

La “naturalidad” que muchos llaman “sangre fría” es una cualidad genética que no se aprende robando libros de teatro o de política para leerlos; sin embargo controlar los nervios cuando se está frente al dueño del establecimiento o al pasar junto al policía también es una cuestión de disciplina mental.

b) EN CONJUNTO.- El hurto organizado es válido pero demerita mucho la obtención natural del libro. Un buen ladrón, aun en sus peores épocas de estudiante, nunca robará acompañado.

Si se recurre a este método, uno hará el trabajo y el otro servirá como señuelo o “factor de distracción”. Solo se requiere de coordinación y adoctrinamiento previo, sobretodo cuando uno de los dos que participan está en su camino iniciático y siente “pánico escénico” o se le nota obnubilado. Portando la ropa adecuada, un libro puede ser ocultado en 2 segundos, de acuerdo al estándar internacional aprobado.

En cuanto a jurisdicción o competencia, afortunadamente las librerías no son territorio de nadie y el libro es de quien llega primero a él.