Entonces nos queda el análisis somero del problema de la educación…
Sabemos que es histórica la negación de las clases pudientes respecto a la educación de los no acaudalados, de los vulnerables, con el paso del tiempo, se han logrado muchas cosas positivas, pero no se ha erradicado este problema, de Latinoamérica, solo Cuba y Uruguay han levantado la bandera blanca demostrando al mundo, que son libres de analfabetismo…
México, nuestro querido México, sigue en su lucha para implementar mecanismos aptos para avanzar en este renglón, la Educación. Y mientras nos debatimos en que si los líderes sindicales roban, en que si los encargados de hacer la función educativa están preparados o no y éstos a no querer prepararse o demostrar su capacidad, la educación de nuestras fuerzas básicas sigue en conflicto, sigue dando tumbos, ¿y nosotros, como sociedad, que hacemos? Solo elegimos funcionarios para que nos lleven de la mano hacia un mundo mejor, y que creen! Estos funcionarios no funcionan y no unimos fuerzas para obligarlos… creo que no hemos querido involucrarnos demasiado en obligar a las autoridades que elegimos, a cumplir las tareas que les designamos…
Bueno, ya reflexionamos este rubro, ahora la pregunta necesaria…¿necesitan canonizarnos para hacer algo por nuestra sociedad?
Los santos no son para prenderles veladoras como creen muchas personas, los santos están allí para ejemplificar que cualesquiera que sean las situaciones adversas, puede uno retomar el camino para hacer las cosas bien…Sancaminemos por la brecha que abrió Jorónimo Emiliani, integrémonos a la sociedad para activar los mecanismos que por años, han puesto cerrojos a la educación mexicana, y al rescate de los jóvenes abandonados por la situación que sea…