Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 410
A la hora de poner en práctica cualquier programa de intervención con estos jóvenes es
esencial conocer una serie de condicionantes que se pueden encontrar.
Estos jóvenes según Martinek y Hellison (1998) están sometidos a una serie de
condiciones adversas que han creado en ellos unas barreras físicas y psicológicas que
dificultan cualquier proceso de intervención. Tomar conciencia y comprender estas
barreras es fundamental a la hora de asegurar el éxito de los programas. Es necesario
destacar que las manifestaciones de esto jóvenes han sido fruto de una niñez
desajustada, de la influencia negativa del entorno, carente de desarrollo de valores.
Los factores negativos que caracterizan la cultura de estos niños y jóvenes siguiendo
los trabajos de Martinek y otros (1999)y teniendo en cuenta nuestra experiencia en el
trabajo con este tipo de niños son:
1. Rechazo Escolar: La educación tradicional ha fracasado con estos jóvenes que
entienden que la escuela no es para ellos. En su niñez han tenido fracasos escolares
y experiencias negativas en relación con el entorno escolar. En su búsqueda de
identidad y propósito encuentran pocos beneficios en adoptar los valores y
conductas asociados a la cultura escolar, rec hazándola.
En los centros normalizados la base de la enseñanza y el aprendizaje está en el orden
y la conformidad, se premian las buenas conductas, se vigila el cumplimiento de las
reglas y se esperan buenos resultados en los exámenes. Pero para estos niños y
jóvenes esta filosofía no funciona porque no les aporta soluciones a sus problemas
personales.
En su vida domina la filosofía callejera y ven que no encajan. Lo normal para ellos
es saltarse clases, no hacer deberes, no prestar atención al profesor, afiliarse a
pandillas del barrio… Si a esto le añade la falta de implicación familiar y las bajas
expectativas que tienen de ellos sus profesores, se hace sumamente difícil la
consecución de objetivos académicos. (Lamentablemente se encuentran muchas
veces que el atractivo hacia la escuela es menor que adquirir fuerza sobre el
vecindario y acceder al dinero, en muchos casos, a través del tráfico de drogas y
otras formas criminales).
2. Conflicto de Valores: La violencia y las situaciones de riesgo es un problema común
que afecta a estos niños y jóvenes en su vida diaria. Como consecuencia los padres
les enseñan desde pequeños a “ser fuertes y duros” para sobrevivir, de forma que a
temprana edad la vigilancia y la reacción violenta son estrategias que aprenden
enseguida. La fuerza que tiene “la calle” en sus vidas es tan importante que no
podemos olvidarlo.
Esto provoca una situación de conflicto en los niños y niñas, al ver que los valores
que se trata de enseñar son contrarios a los que han aprendido en el barrio o en su
casa. Por eso intentar conseguir que estos alumnos respeten a los compañeros es un
camino difícil porque ser conflictivo es la forma de vivir para la mayoría de estos
adolescentes.
3. Desestructuración familiar: Estos jóvenes han nacido, fruto del azar, en familias
desestructuradas donde cotidianamente experimentan malos tratos físicos y
psíquicos de aislamiento, abuso, humillación, crueldad, indiferencia, abandono,
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