Psicología, Deporte y Actividad Física. Investigaciones Aplicadas | Page 409
En resumen, entre los objetivos que subyacen en cualquier programa de intervención
educativa es importante potenciar “la resistencia” de los niños y jóvenes ante la
situación que les rodea ofreciéndoles recursos para conseguirlo.
Nos acogemos a este planteamiento de Carreras (2002) teniendo en cuenta que se
necesita favorecer y potenciar la resistencia en estos escolares a las influencias
negativas de su entorno familiar y social. Mediante un proceso de reflexión que se
expresan en la emisión de juicios morales que le posibiliten deliberar y comprender
y asumir una autodirección moral en su actuación. Puig Rovira (2001).
Si se aumenta su capacidad de resistencia de acuerdo con Martinek y Hellison (1998) ya
no será necesaria la instalación de detectores de metales en las escuelas, la presencia
policial en las mismas ni la construcción de cárceles. “Para la gente que está al borde
del acantilado es mejor ponerles una valla que tener una ambulancia abajo esperando su
caída”. Martinek y Hellison (1998)
1.2 El valor responsabilidad y la actividad física.
La actividad físico deportiva está llamada entonces a un rol importante en la formación
de valores. Con respecto al valor responsabilidad se pueden propiciar y realizar
acciones que estimulen el sentido de autenticidad y honestidad en la actuación del
sujeto, la plenitud y la libertad a partir de la estimulación de acciones que provoquen
compromisos con la realidad a partir de determinadas exigencias morales, del deber, de
la realización de roles, del respeto al otro, de la disciplina. La utilización de métodos
de participación activa donde el sujeto sea protagonista de su actuación, contribuirá al
conocimiento de sí mismo, al desarrollo de la reflexión del pensamiento, la voluntad y
la constancia.
El educador debe estimular las buenas actuaciones y destacar las conductas
responsables en las actividades físico deportivas. Los niños en situación de riesgo
social necesitan de este tipo de actividades las cuales pueden ser potencialmente
generadoras de influencia positivas.
Estas actividades pueden ser juegos deportivos y actividades al aire libre, pues en estas
es necesario la realización de roles, cumplimiento de reglas y normas, relaciones con el
otro, trabajo en grupos, realización de encomiendas, cumplimiento del orden y la
disciplina que conllevan a la manifestación de conductas responsables .
Conocemos que la formación de valores es un proceso complejo y lento. Esto
implicará la dirección de las influencias educativas del programa que desarrollemos
hacia el desarrollo de la conciencia moral (juicios morales, comprensión) que
posibiliten la dirección moral de la conducta a través de la autorregulación, en este
caso, nuestro objetivo fue estimular la aparición de conductas responsables que
contribuyan a la educación del valor responsabilidad en los niños de nuestro estudio.
1.3 Factores que caracterizan la cultura de los niños y niñas en riesgo
401
.